Alejandro Navarro Brain: Con La Moneda en la mira

/ 25 de Febrero de 2008

Lo busque o no, Navarro siempre está en la noticia. Fue acusado constitucionalmente por incitar desórdenes públicos y en plena amenaza de inhabilitación anunció su candidatura a la Presidencia de la República. No quiere a José Miguel Insulza como abanderado de su partido porque no representa el progresismo que, a su juicio, le urge a la Concertación. Mira con entusiasmo el “nuevo socialismo” de Hugo Chávez y sostiene que Chile necesita una revolución.
Con una acusación constitucional en su contra en marcha, el Senador Alejandro Navarro Brain (49), el díscolo mayor del Parlamento, dio un nuevo remezón al mundo político. Lanzó su candidatura presidencial para obligar al PS a elegir su abanderado en primarias abiertas y ciudadanas y evitar, según dice, que la directiva designe “a dedo” a José Miguel Insulza como representante de los socialistas a La Moneda.
Hasta el momento ninguna figura de su partido se ha pronunciado públicamente a favor de su candidatura. Afirma que le basta con el apoyo de las bases y su aparición en el sondeo CEP de noviembre último como uno de los políticos mejor evaluados. En su clásico discurso en tercera persona asegura: “hemos tomado la decisión de competir porque creemos que nuestras ideas representan la renovación profunda que necesita la Concertación, una Concertación que está agotada y que requiere cuotas mayores de progresismo que Insulza no representa”.
-¿Está reaccionando en contra de la mesa directiva o, definitivamente, era una idea que tenía desde hace tiempo?
La idea de la postulación forma parte de una propuesta política mucho más amplia, y que se precipitó por las causas que yo señalo.
-¿Ha recibido apoyos dentro del PS?
Se ha instalado como un requisito que otros te pidan y otros piensen por ti cuando tienes que tomar una decisión. Lo que hemos hecho ha sido, básicamente, porque sentimos que la ciudadanía, que el pueblo allendista o que la gente que apoya a la Concertación está pidiendo cambios a gritos, están pidiendo una reforma estructural y, por lo tanto, es una decisión que no obedece a respaldos individuales de los barones del PS ni de ningún prócer, sino que radica en un sentimiento que ha calado dentro de la Concertación y que exige aire fresco dentro de ella.
-¿No pensó en que su decisión causaría resquemores dentro de su partido, sobre todo porque va en contra de las ideas de la directiva de Escalona?
Si al PS le comienza a causar fricciones la diversidad de ideas, quiere decir que estamos frente a un partido anquilosado y a un sistema que tiene que cambiar. Yo estoy en el PS porque es un partido diverso. De obreros, de intelectuales, de profesionales, no de barones oligárcas. Es un PS que surgió para derrotar la oligarquía, para derrotar el gobierno de los poderosos.
-Si en el Congreso de marzo próximo el PS apoyara la idea de la mesa para designar por consenso a su candidato presidencial ¿estaría dispuesto a seguir el camino de Zaldívar y Flores y convertirse en independiente?
Lo que hemos venido plateando no es una decisión personal, lo que hemos venido intentando definir es una opción institucional del partido, en torno a una matriz política que de cuenta de la superación de la Concertación, por lo tanto esta no es una definición que pueda tomar de manera particular. Nuestra opción es el PS y creemos que podemos ser mayoría para contribuir con este programa que estamos planteando. Por lo tanto, cualquier decisión la tomaremos en su momento y de acuerdo a las condiciones políticas imperantes. Por ahora no estamos dispuestos a cederle el partido a quienes ya cumplieron una etapa y, por cierto, aunque pueden ser un aporte, ya es hora que den un paso atrás y estén en una segunda línea.
-¿Si llegara a La Moneda seguiría la línea de los gobiernos de la Concertación o apostaría por lo que Ud. ha calificado como el nuevo socialismo de Chávez?
Podría ser parte de una soberbia, que yo no asumo y rechazo, el intentar determinar posiciones sobre un eventual gobierno cuando en definitiva lo que importa es este gobierno y hemos insistido en que hay que mojar la camiseta con Bachelet y no pensar en el próximo período.
-Pero de todas manera su anuncio causa “ruido” dentro de la Concertación…
Creo que la verdadera deslealtad en la Concertación fue que a los 3 meses de asumida la Presidenta, el PS ya tenía candidato presidencial (Insulza). Eso no se lo hubieran hecho nunca a Lagos. Aquí lo que hemos venido diciendo coherentemente con nuestra propuesta es que este es un tema que deberemos abordar el 2009 y que lo que hay que definir en el Congreso Salvador Allende, en marzo, son los mecanismos de elección. La Concertación enfrenta su peor momento tras 20 años en el poder con un desgaste ya crónico y las posibilidades de perder el gobierno son ciertas. Frente a eso no quedaré inerme, no me quedaré sólo en la crítica, sino haciendo propuestas concretas.
-¿Cuál es su propuesta concreta?
Yo estoy porque Chile tenga una revolución, que tenga cambios revolucionarios, en educación, en la participación ciudadana, estoy por una reforma constitucional y una asamblea constituyente. Y quiero que efectivamente ambos planteamientos sean una parte intransable del programa político de la Concertación y no sólo banderas de lucha.
-¿No cree que en Chile hablar de revolución todavía suena algo duro?
No le tengo miedo al lenguaje. Las palabras construyen realidades. Sin embargo, la realidad de las palabras en el siglo 21 no pueden ser leídas ni en el medioevo ni en la inquisición. Estamos en un siglo donde hemos asumido la libertad como un elemento esencial de la sociedad. Yo quiero que se entienda la revolución como cambiar el orden injustamente establecido, pero mediante los métodos que hemos concordado como sociedad.
“Chávez no es mi padrino”
Aunque asegura que sus asesores le han aconsejado no seguir hablando de Hugo Chávez, es imposible que Navarro deje al Mandatario venezolano fuera de su discurso político. Se conocieron hace algunos años a través de Nicolás Maduro, el actual Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela. La admiración que el Senador chileno confiesa hacia el proceso bolivariano hizo crecer una amistad entre ambos, en nombre de la cual Navarro ha salido en defensa del controvertido Presidente en varias ocasiones, ganándose el apelativo de “paladín de Chávez en Chile”.
Lo acompañó en su campaña presidencial. Recorrió con él Barinas y Santa Inés y en uno de los actos fue presentado ante la audiencia chavizta. “Nunca había firmado tantos autógrafos como en este último lugar, donde todavía se recuerda y admira mucho al Presidente Allende”. Incluso afirmó en una entrevista que “Venezuela es un ejemplo del nuevo socialismo, gracias a la repartición de las ganancias nacionales, como una suerte de Unidad Popular del siglo 21”.
-¿Ha pensado que su cercanía con Chávez podría jugar en contra de sus aspiraciones presidenciales?
Jamás he hecho cálculos políticos a la hora de escoger a mis amigos. Jamás he calculado beneficios electorales a la hora de hacer acciones que tengo la convicción de que son justas y necesarias y, por cierto, el desconocimiento profundo del proceso bolivariano en Chile hace que la imagen del Presidente Chávez produzca rechazo. Pero tengo la convicción de que esto que hoy genera anticuerpos, a futuro va a generar cercanía. Así ha ocurrido en Brasil, en Argentina, en Nicaragua, en Bolivia.
-¿Y qué significaría esto para Ud. en términos concretos?
Debería significar que Chile se atreviera a mirar más hacia América Latina que hacia Europa o Estados Unidos. Eso implicaría una coincidencia de objetivos. Si me preguntas qué quiero, te digo que quiero a Chile como parte del Banco del Sur, como parte del Proyecto Petroamérica para tener un oleoducto que integre a América Latina.
-¿Y el Presidente Chávez estaría dispuesto a ayudarlo a hacer la revolución que, según Ud., necesita Chile?
Hay quienes han pretendido, como Moreira y otros que definitivamente no me quieren y que por eso usan la calumnia y la mentira como herramienta política, que a Navarro lo financia Chávez. Yo reitero: presenten las pruebas. No hay algo que me cause más indignación que estas acusaciones, porque durante todos mis períodos parlamentarios he predicado la autonomía política y para conseguirla es necesario tener también autonomía económica. Para decir lo que uno piensa no se necesita tener padrinos. Yo he preferido endeudarme en mis campañas antes de recibir apoyos de quienes efectivamente pueden y ante los cuales después tenga que rendir cuenta. Les digo a todos: Chávez no es mi padrino, porque en política el padrinazgo es precisamente una de las prácticas que queremos combatir. Ir a los tribunales cada vez que Moreira o la UDI haga este tipo de acusaciones es como “gastar perdigones en los jotes”. Mejor, hay que preocuparse de los temas que le interesan a la gente.
Discípulo de José Martí
El 23 de enero, simpatizantes del Senador Navarro organizaron un funeral simbólico en plena Plaza de Armas de Concepción. Una a una sepultaron las fotografías de los 12 diputados que lo acusaron constitucionalmente por participar en la marcha de la CUT el 29 de agosto del año pasado. Según estimaron, Navarro infringió el artículo 60 de la Constitución que, en sus incisos 4 y 5, sanciona con la pérdida del cargo al parlamentario que interceda en un conflicto laboral o incite al desorden público.
A la misma hora, pero en Santiago, el Senador por la Octava Región Costa presentaba sus descargos ante el Tribunal Constitucional junto a sus abogados Hernán Bosselin y Ramón Briones. Afuera los esperaban algunos simpatizantes del movimiento “Aquí la gente”, pero no apareció ningún representante de la mesa directiva del PS. Tampoco alguna figura del partido, a pesar de que públicamente algunos habían condenado la iniciativa de los diputados aliancistas. El Senador “acusó el golpe” y se quejó por la ausencia de la directiva del partido. Recordó que en otros casos, como el de Juan Pablo Letelier, el apoyo fue más decidido con declaraciones de prensa y lobby incluido.
“Ahora, en mi caso, el partido aparece retraído. Yo no estoy sometido al TC ni por corrupción ni por pedofilia, sino por un juicio político. Por marchar junto a los trabajadores, porque el PS es el partido de los trabajadores. Además, la comisión política apoyó la marcha. Por lo tanto mi presencia allí tiene un soporte de presencia nítido y claro”. Ahondando en el asunto se atrevió a un juicio más audaz y sentenció que esta falta de respaldo obedecía al entusiasmo que en algunos despertaba la idea de reemplazarlo en caso de que fuese inhabilitado. “El colmillo le debe haber crecido a varios”, aseguró.
-¿Verdaderamente le extraña el desamparo del PS?, porque hace tiempo que algunos de sus compañeros le vienen “quitando el piso”, basta recordar cuando en la interna del partido Ud. le ganó a Viera Gallo el cupo al Senado.
No, no me extraña, porque nunca he sido mayoría en el partido. No es que tenga vocación de minoría a pesar de que permanentemente lo he sido. Pero creo que más bien no cuadro en el perfil de los barones ni de una cierta oligarquía que se ha tomado el poder en el PS, pretendidamente desde la izquierda.
-¿Por qué cree que Ud. no es del agrado de algunos miembros de la clase política?
Yo estoy en un partido donde los militantes son considerados en torno a su mérito y no a su cuna ni a su alcurnia, pero hay algunos en el PS que piensan que hay que tener sangre azul para estar en el Senado o creen que hay que tener un noble apellido para aspirar a determinados cargos. Con mucho orgullo digo: mi padre fue obrero, mi abuelo un zapatero remendón, ateo, antimilico, un gran hombre que murió a los 93 años y por eso jamás voy a aceptar que haya una discriminación de origen.
-¿No ha pensando que tiene que ver con su actitud en la política, eso de defender múltiples causas y aparecer permanentemente en los medios?
Para los que creen que sólo admiro a Chávez también les digo que admiro a José Martí. El decía: “la mejor manera de decir, es hacer” y he tratado de ser coherente con este principio. Pareciera ser que en política y en la diplomacia cuando tú dices la verdad hay gente que se incomoda y que lo correcto es decir una cosa y hacer otra. Yo sólo aspiro a que sean reconocidos los méritos y el debate de ideas, por eso acepto la discrepancia, pero no puedo imponer mis planteamientos. Por cierto no todos en el PS tienen una positiva consideración del Senador Navarro. Esa es la diversidad de mi partido (Ríe).
“Reparto mis propios volantes”
Hay quienes dicen que Navarro se está pareciendo mucho a sus amigos Hugo Chávez y Evo Morales. Duerme cada vez menos y su agenda está ocupada desde las primeras horas de la mañana hasta entrada la madrugada. Siempre está en contacto con sus asesores desplegados entre Concepción, Santiago y Valparaíso. Son cerca de 20 personas que han conformado un aparataje mediático potente. A diario los medios de comunicación reciben, como mínimo, dos comunicados de prensa del Parlamentario donde latamente expresa sus punzantes opiniones sobre los más diversos temas. Eso sin contar “el apoyo logístico” que lleva a sus salidas a terreno. Ya es conocido que las fotos que la gente se toma con el Senador son enviadas a domicilio por los integrantes de su equipo y por ello hay mucha demanda por los recuerdos junto al “compañero senador”, como algunos le dicen. Durante el mes viaja constantemente a Concepción y el resto del tiempo lo distribuye entre el Congreso y Santiago, hasta donde se trasladó su familia por la enfermedad de su hija menor, Antonia, que nació de 7 meses y que todavía es asistida con oxígeno. De paso, desmiente los rumores que hablaban de su separación de la médico Ana García, con quien tiene 4 hijos. “Al contrario, con Anita estamos más juntos que nunca. Sólo que ella ahora debe estar en Santiago y por eso sólo puedo estar con ellos los domingo y lunes. Eso es parte importante de los sacrificios que conlleva la vida parlamentaria, por eso es que a uno tienen que aceptarlo tal como es”.
Esa peculiar forma de ser lo llevó, hace un par de semanas, a recorrer 24 kilómetros tras un camión recolector de basura para conocer las precarias condiciones en que trabajan los recolectores. Esa mismo día, pero en Concepción, el parlamentario UDI, Sergio Bobadilla, lo acusaba por haber recomendado abogados demasiado caros a un grupo de trabajadores de la quebrada Bellavista Oveja Tomé. “Enlodar un tema de carácter nacional sindical y laboral es ser mala leche y cara de palo. Siento que el Diputado Bobadilla traspasó la línea de lo permitido y se lo vamos a hacer sentir”.
-¿De qué manera?
Me encargaré personalmente de que en la próxima elección doblemos en el 45 y vamos a apoyar a los candidatos del PS y de la DC. Él no merece ser diputado de ese distrito que con tanto orgullo representé durante tres períodos.
-Sinceramente ¿se puede estar en tantos frentes y cumplir con las expectativas de la gente?
Por cierto que es más difícil, pero en general cuando hemos peleado por temas ambientales, cuando hemos asumido luchas laborales lo que intentamos es generar conducción, orientación y apoyo, no reemplazar a la organización ni a los dirigentes. Hay que enseñar a pescar y no regalar el pescado y eso la mayoría de las veces no es entendido. Porque la cultura autoritaria que vivimos por 17 años no formó a nuestros actuales dirigentes en una educación cívica de participación democrática. Y muchos creen que la autoridad debe ir, permanecer y resolver sola, sin la ciudadanía.
-¿Pero lo acusan de dejar sus causas botadas y de sólo aparecer cuando un hecho es noticia?
Como dije, sólo generamos conducción y apoyo cuando son requeridos. Esto me recuerda que cuando uno llega a un trabajo y cumple, todo el mundo lo empieza a mirar raro. Hay algunos senadores que se molestan cuando viajo a sus regiones, pero yo les digo: si tú no quieres que yo vaya y me preocupe, por ejemplo, del medio ambiente, hazlo tú, porque si no lo hace nadie, yo lo voy a hacer porque me lo ha pedido la gente. Me encanta lo que hago, voy a seguir estando presente en todos los temas que estime necesario y particularmente cuando hay una injusticia. Soy de los que todavía se indigna cuando constata una injusticia. En el momento que me dé lo mismo y evalúe los costos, pensaré en retirarme del servicio público.

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