Andrés Ferrari: Un electrónico experimental

/ 22 de Abril de 2008

Por su obra “El Suspiro Piroclástico”, Andrés Ferrari fue nominado este año a los premios Altazor, categoría música docta. Y aunque no obtuvo el galardón, este músico y compositor nacido en Concepción asegura que igual está contento, porque el gesto reconoce su trayectoria, la misma que lo ubica en lo más moderno de la música contemporánea experimental. Lo que Ferrari hace es combinar sonidos electrónicos y electroacústicos con los orquestales tradicionales en su computadora, “que puede ser un instrumento tan válido como un violín”, como él afirma.
A los 13 años, mientras estudiaba en el colegio Sagrados Corazones, tomó clases de piano en la Sociedad Bach de Concepción. Al decidir su futuro profesional, optó por la carrera de ingeniería civil química. Estudió dos años en la UdeC, pero en 1992 hizo caso a su vocación y se matriculó en la carrera de Licenciatura en Música de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. “Crecí con un piano en la casa, de ahí viene mi amor por la música y el sonido en general”, sostiene.
Aprendió rápido y pronto ejerció como docente en cátedras de lectura musical y solfeo superior. Fuera de las aulas dicta clases particulares de las mismas asignaturas. Al graduarse en el 2000, ingresó a la Asociación Nacional de Compositores de Chile y más tarde  a la Sociedad Chilena de Derecho de Autor.
Entre sus composiciones destacan piezas para instrumentos solistas como “Inflexiones”. Luego incursionó en técnicas de ejecución en vivo con trabajos como “Inflexiones-Dos” para mezo-soprano y electrónica. Todo confluyó en el desarrollo de una técnica mixta con formatos que integran instrumentos y electrónica en vivo más procesamiento de imagen en tiempo real. “Optikalis 01” y “Optikalis 02” son trabajos audiovisuales hechos con imágenes 3D para DVD y “Engranajes Dos” es una obra para clavicordio, electrónica en vivo y proyecciones de animación digital. En estos casos, software de edición como CsoundAV, Puredata, Gem y Pov-Ray son la partitura en la que Andrés Ferrari marca el ritmo, los increscendo, los pianissimo y la entrada de cada instrumento.
Sus composiciones se han escuchado en varias ciudades de Chile, pero también en México, Francia, Italia, Alemania y China. Actualmente es profesor en las u niversidades de Chile y Mayor de Santiago y, entre clase y clase, participa en un conjunto de libre improvisación con software electrónicos junto a los músicos Oscar Carmona en piano y Ramiro Molina en guitarra eléctrica.
“Delirio” fue su primera pieza presentada en público. La recuerda como “la obra de un niño que no sabía nada del mundo, puro entusiasmo”. Sin embargo, reconoce que el montaje de “El Suspiro Piroclástico” con el ensamble contemporáneo dirigido por Aliocha Solovera durante el Festival de la Universidad de La Serena es, a la fecha, el mejor de su carrera. La obra juega con el sentido del tiempo, con sensaciones musicales primitivas y logra que el sonido del ensamble pase por muchos prismas sonoros.
Desde Santiago, Andrés Ferrari está al tanto del quehacer cultural penquista. Por eso lamenta que todavía en su tierra natal no haya podido presentar alguna de sus creaciones. Sostiene que, entre otras razones, es porque “falta infraestructura, faltan millones de actividades culturales, no hay festivales, hay pocos conciertos, y los que hay son de música del pasado con autores como Bach, Mozart, Beethoven y amigos”.
Piensa que es posible hacer carrera como intérprete en Concepción debido a que hay buenos profesores, pero no cree que lo mismo ocurra para un compositor, investigador y desarrollador de tecnologías musicales como es su especialidad. Pero, como afirma que su música está abierta para quien la quiera escuchar, queda la esperanza de que algún día en Concepción podamos apreciar esta emergente electrónica experimental.

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

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