Apoyo familiar, clave para enfrentar la PTU

/ 28 de Diciembre de 2020

 

Rodrigo Fernández Kuzmanic. Psiquiatra Adultos. Centro Médico Educa Sano.

Ya han pasado nueve meses desde que nuestras rutinas y actividades cotidianas se vieron interrumpidas y modificadas debido a la llegada del Covid-19, y a las diversas medidas sanitarias implementadas para intentar detenerlo. 

Y si bien esta crisis nos golpeó a todos, hay un grupo que se ha visto especialmente afectado y que ha debido enfrentar un enorme desafío durante este periodo: los estudiantes que este año finalizaron su enseñanza media y que serán pioneros en rendir la nueva Prueba de Transición Universitaria (PTU). 

A ese doble reto -afrontar un nuevo formato de evaluación y obtener un buen resultado en un examen que determinará su entrada a la educación superior- debemos sumarle el no haber tenido un último año escolar “normal” y, en muchos casos, además, tener que cargar con un cierre académico prematuro en 2019, producto de la crisis social que estalló en octubre. 

Todos estos factores pueden provocar que los jóvenes presenten elevados grados de ansiedad y angustia, sobre todo en los días antes de rendir la PTU y durante el periodo previo a conocer los resultados. 

Si bien la forma de experimentar estas sensaciones no será para todos igual, es posible que se vea alterada la calidad y características de su sueño, se presenten crisis de angustia, baja en la concentración o ideas catastróficas en relación con los posibles resultados. Y si a eso añadimos la incertidumbre generada por las circunstancias en que se deberá rendir la prueba, y que muchos no han tenido las condiciones óptimas para preparar la evaluación, es muy probable que estos efectos se vean exacerbados. 

Para disminuir la posibilidad de que estos síntomas se presenten o, al menos, atenuar su intensidad, se pueden implementar las siguientes estrategias, válidas no solo para los días antes de dar la prueba, sino en la generalidad:

-Mantener una adecuada higiene del sueño, durmiendo al menos siete horas y evitando trasnochar.

-Establecer y respetar una rutina diaria de estudio, cuidando que contemple espacios de descanso efectivos.

-Organizar de forma eficiente las actividades del día, procurando incluir rutinas de ejercicio al menos tres veces por semana. 

-Si es posible, estudiar al aire libre, para estar más cómodo y tratar de “capear” el calor de esta temporada.

-Mantener una alimentación saludable, sin exagerar el consumo de cafeína o de azúcares, e ingerir abundante agua durante el día. 

Si bien estas medidas pueden ayudar a prevenir la aparición o intensificación de los síntomas mencionados, es rol de los padres estar atentos a la eventual necesidad de apoyo profesional a lo largo de todo el proceso.

Asimismo, serán ellos los encargados de proporcionar a los jóvenes un ambiente lo más tranquilo posible durante estas semanas, sobre todo, evitando forzarlos a estudiar sin descanso en estos días, o presionándolos para decidir desde ya la carrera que estudiarán. En este sentido, lo ideal es postergar las conversaciones relacionadas con las decisiones de estudio a futuro, dejándolas para cuando se conozcan los resultados de la prueba. 

Si bien, como ya aclaramos, es normal que los niveles de ansiedad aumenten durante los días previos a la rendición de la PTU (y también después), su intensidad puede disminuir con el adecuado ambiente y apoyo familiar, que actuará como contenedor emocional en este proceso. Debemos intentar transmitirles seguridad y confianza, incluso a través de nuestra propia vivencia personal de esta prueba, contribuyendo a que esta sea una experiencia lo menos traumática posible, ya que la incertidumbre al futuro es uno de los mayores miedos que se puede experimentar. 

Finalmente, a la espera de los resultados, un periodo marcado por la ansiedad y las expectativas, debemos ayudarlos a conservar la calma, generando espacios de conversación y seguridad, y sin presionarlos, o sacar a relucir el tema constantemente.

Una vez conocidos los puntajes, hay que acompañarlos en su elección de carrera, apoyándolos con información, y conversando honestamente sobre sus reales intereses y habilidades. Y si los resultados no fueron los esperados, deberemos respaldarlos y contenerlos, de modo que superen la frustración que de seguro experimentarán. 

Es importante recordarles que un mal puntaje no es el fin del camino profesional: pueden prepararse y rendir nuevamente la prueba a fines de 2021, entrar a una carrera que tenga relación con su área de interés para comprobar su vocación o, incluso, ingresar al mundo laboral durante este año. Pero, sobre todo, debemos lograr que se sientan apoyados y protegidos por su familia, que será la encargada de acogerlos sin críticas o burlas que dañen su integridad, autoestima y seguridad.

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

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