Esta Asociación lidera las conversaciones con el Gobierno Regional para instaurar una nueva regulación en torno al transporte público. Entre las principales mejoras que buscan implementar, están el pago a través de tarjetas electrónicas y la adquisición de nuevas máquinas de acceso universal.
Los estudios viales señalan que el 70 % de calles y autopistas son utilizados por automóviles particulares, y sólo el 30 % restante por locomoción colectiva. Sin embargo, en los microbuses se transporta el 75 % de las personas que pasan por esas vías.
De acuerdo con estas cifras, para Alejandro Riquelme, Presidente de la Asociación Provincial de Dueños de Taxibuses de Concepción, es prioritario mejorar la estrategia de transporte público para el Gran Concepción. “Lo que buscamos es potenciar el servicio entregado, pues creemos que hoy el transporte público ya no es un privilegio, es un derecho de las personas, por lo tanto debe ser de calidad”.
Es así como, de mayo a la fecha, en un plan de reuniones la entidad representante de los taxibuseros de la zona ha conversado con autoridades gubernamentales, planteando en conjunto distintas opciones para lograr este fin. Éstas son: aumentar la frecuencia de máquinas en horas punta, interconectar los corredores de buses, establecer una operación de trabajo los días sábado, domingo y festivos; optimizar los recorridos, observando la demanda de pasajeros; realizar cursos para conductores profesionales de locomoción colectiva, actualizar la flota e implementar el pago del servicio con tarjetas electrónicas.
En este sentido, la Ley Espejo es la mayor fuente de ingresos para mejorar el transporte en regiones. Ésta consiste en que el Estado, por cada peso que invierte en el Transantiago, debe repartir similar cifra a todas las regiones. Así, en opinión del gremio, los Fondos de Apoyo a Regiones (FAR) deberían destinarse a mejorar el transporte público.
Riquelme señala que una de las necesidades más urgentes es renovar la flota, pues gran parte de los microbuses del Gran Concepción transitan hace más de 18 años. “Este año no se renovó ningún vehículo urbano, porque no alcanzaron los fondos, y tenemos cerca de 250 máquinas que requieren ser convertidas en chatarra”, comenta. Además, para él es primordial poder adquirir máquinas de acceso universal, espaciosas y con rampla o ingresos planos, a la altura de la calzada.
Finalmente, el directivo comenta que también se está analizando la posibilidad de implementar tarjetas de prepago del gremio en todos los taxibuses urbanos del Gran Concepción. “Esto, además de mejorar el servicio y hacerlo más eficiente, implicaría una medida de seguridad para los conductores que, en reiteradas ocasiones, han sido objeto de robos”, enfatiza.