Principalmente a través del Minvu, el Estado promueve la eficiencia energética que pavimenta el camino para introducir integralmente la sustentabilidad en la construcción.
La eficiencia energética es uno de los atributos de la construcción sustentable que más avances ha tenido en Chile.
Al aplicar criterios de diseño eficiente en la construcción, una vivienda llegaría a reducir su demanda energética en hasta 80 %, cualidad que puede ser medida comparando el desempeño de un proyecto con ciertos estándares establecidos. Chile desarrolló un sistema de Calificación Energética de Vivienda (CEV), que fue implementado de manera conjunta por los ministerios de Vivienda y Urbanismo y el de Energía.
El objetivo de la CEV evaluar el rendimiento energético de una vivienda en su etapa de uso, considerando requerimientos de calefacción, iluminación y agua caliente sanitaria. Está orientada a aquellas con permiso de edificación posterior al 2007.
Tal como se hace con los electrodomésticos y los automóviles, la CEV otorga una etiqueta que indica el nivel de eficiencia energética, graduándola a través de letras que van de la A hasta la G, siendo esta última la menos eficiente. Cumpliendo con las normas vigentes una vivienda puede ser E.
El Seremi de Vivienda y Urbanismo de Biobío, Jaime Arévalo, explica que esta Calificación permite a los promotores inmobiliarios entregar información objetiva a los compradores usuarios, haciendo que el criterio energético se transforme en uno de los elementos a considerar en la decisión de compra o elección de una vivienda. “Su fin último es promover la incorporación de la eficiencia energética en la construcción”, añade.
Aunque la CEV aún no está normada por una ley que haga obligatoria su aplicación, el Seremi explica que el Minvu en Biobío dispone de un registro de calificadores energéticos, para aquellos que voluntariamente quieran evaluar sus viviendas desde la perspectiva de la eficiencia energética.
Durante el año pasado, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo realizó 810 calificaciones energéticas a viviendas sociales en la Octava Región, como una manera de incorporar este concepto a este mercado.
Ahorro energético
Desde el 2010, el Minvu viene entregando incentivos a la incorporación de elementos que sumen eficiencia energética a la construcción. En el último quinquenio se entregaron 14.890 subsidios de mejoramiento térmico, y otros 1.979 para instalar colectores solares, cifras que este 2016 aumentarán en 3.500 y 550 respectivamente. Ambos son parte del Programa de Protección al Patrimonio Familiar y a ellos pueden postular aquellas familias que califican desde el punto de vista social.
El subsidio de mejoramiento térmico regular está orientado a revestir la vivienda con elementos de aislación térmica que permitan reducir la demanda de energía para calefacción, lo que se traduce en ahorros en este ítem que alcanzan el 28 %. “Si el gasto anual de una vivienda en calefacción es de 101.475 pesos, éste se verá reducido a 73.065”, explica Arévalo.
“Tenemos la convicción de que el tema energético no se resuelve sólo con la generación de energía, sino que también cuidando aspectos que guardan relación con el ahorro”. En esa línea, la seremi desarrolla un proyecto que contempla la construcción de 145 viviendas en el sector El Morro, de Talcahuano, que incluirá innovadoras soluciones constructivas en madera, entre las que destaca una envolvente ventilada -Premio Aboni a la Innovación 2012- para optimizar el desempeño térmico y el confort ambiental. “El desafío es concretar otros proyectos que incorporen el uso de la madera desde esta perspectiva en Biobío, que está asociado a lo que denominamos barrios ecosustentables, vinculados con valores culturales de cada Región”.