Ocupó todos los cargos a los que un académico puede optar y, recientemente, fue Vicerrector de Investigación y Desarrollo del plantel. En todos estos lugares, dice, se ha caracterizado por escuchar a sus equipos para enriquecerse de sus opiniones.
“Considero a la Universidad de Concepción como mi casa”, dice Carlos González Correa, profesor asociado de la Facultad de Ciencias Biológicas y candidado a rector de la casa de estudios, que el próximo 22 de marzo elegirá a quien dirigirá el plantel por los próximos cuatro años. Asegura que la UdeC siempre ha estado presente en su vida. De hecho, estuvo ligado a ella desde su infancia. Sus padres se formaron en ésta, y su papá, Lorenzo González Coppola, fue académico y vicerrector electo en 1972. Por lo mismo, siempre vivió cerca de ella. “La universidad era como mi patio de juegos”, recuerda. Esas mismas razones hicieron que en 1970 escogiera a esta institución para cursar su educación superior. Eligió la Bioquímica, quedando en el cuarto lugar de la lista de ingreso. En el colegio se dedicó al atletismo, pero ya en la UdeC, complementó su disciplina, e ingresó al equipo de hockey sobre patines del Campanil. Siempre le atrajo la academia. Haciendo su tesis de pregrado se inició en la docencia, en el Departamento de Microbiología, unidad en la que hasta hoy se desempeña. Luego realizó un Magíster en Ciencias con mención en Microbiología y, más tarde, obtuvo una beca como profesor visitante en el New York Medical College, hasta 1987. Regresó a sus cátedras en Concepción y en 1998 alcanzó el grado de Doctor en Ciencias con mención en Biología, en la subespecialidad de Microbiología en la U. de Chile. “Soy bioquímico de profesión, y microbiólogo por adopción y amor”, recalca. Luego vinieron sucesivos logros y desafíos en la UdeC: Director del Departamento de Microbiología, Vicedecano y Decano de la Facultad de Ciencias Biológicas. “Cuando estaba pensando qué iba a hacer en la última etapa de mi vida profesional, el Rector Lavanchy me invitó a ocupar el cargo de Vicerrector de Investigación y Desarrollo”, recuerda. Allí estuvo hasta septiembre pasado, cuando oficializó su candidatura a la rectoría. “Un grupo de decanos, académicos y funcionarios me propuso esta posibilidad. No tomé una decisión inmediata, pero me convenció el creciente apoyo que fui recibiendo en el tiempo”, explica. Su propuesta, dice, es realizar una gestión abierta y dialogante, que dé un constante apoyo a los académicos, a los funcionarios y a los estudiantes; una mayor autonomía a los campus de Los Ángeles y Chillán, y que aumente la vinculación con la comunidad. “La Universidad es un crisol en que se funde la cultura y la innovación para un desarrollo sustentable. No hacemos las cosas porque sí, sino que para la sociedad, y eso hay que potenciarlo”, enfatiza. Sobre el mensaje que entrega a sus electores concluye: “Les pido que tomen su decisión mirando lo que hemos hecho, y si eso les da confianza, espero contar con su apoyo”.