La ubicación, el acceso, el perfil del proyecto y del vecindario, la plusvalía futura y el costo son factores relevantes para considerar a la hora de decidir esta importante inversión.
No hay dos opiniones. Las propiedades destinadas al descanso o “segunda vivienda” son hoy una inversión que, bien pensada, puede generar importantes ingresos adicionales.
El financiamiento, la construcción y el emplazamiento de la propiedad son tres elementos clave a la hora de optar por un proyecto determinado.
En términos de financiamiento, explica Juan Carlos de la Jara, ingeniero comercial y director de la Escuela de Ingeniería Comercial de la Universidad Mayor sede Temuco, es importante que el comprador evalúe bien su carga financiera y sus flujos de caja para pagar. “La decisión de compra debe ser racional, es decir, que el beneficio sea mayor que el costo, pues en ella también hay componentes de emocionalidad y bienestar familiar”.
Sin embargo, existen situaciones en que una persona compra sólo como inversión, en cuyo caso el académico indica que la “observación empírica indica que se arriende los fines de semana largos, vacaciones de invierno y de verano. Con estos ingresos se paga el dividendo y la mantención de la vivienda, considerada como una inversión de largo plazo. Así, si alguien paga un sobreprecio importante, luego puede venderse y ganar la plusvalía”.
Otro de los aspectos básicos en la compra de una segunda vivienda es lo que se refiere a la construcción. Sobre este punto, Carlos Berner, ingeniero constructor y director de la Escuela de Ingeniería en Construcción de la Universidad Mayor, dice que es fundamental estudiar la ubicación y el emplazamiento de la vivienda o terreno. Esto porque el valor de un bien raíz está definido en gran medida por su plusvalía. Por ello su ubicación determinará el precio razonable a pagar por él.
También es importante considerar ubicaciones fuera de zonas con riesgos naturales, como quebradas o zonas de inundación, entre otras. Igualmente, enfatiza que se debe atender al lugar geográfico. 
“La vivienda debe contar con un diseño acorde con la ubicación geográfica y clima del lugar. Por ejemplo, si se construye en la cordillera, la cubierta de la casa deberá tener un diseño con una importante pendiente, lo que permitirá que la nieve se deslice sin acumularse sobre la estructura. En la edificación en la zona cordillerana cobra especial relevancia la aislación térmica por las bajas temperaturas que se presentarán. Si se construye en la costa, en cambio, la principal preocupación será la corrosión, ya que los materiales estarán sometidos permanentemente al ambiente salino del mar”, recalca el docente.
Si piensa construir, se debe eligir un terreno adecuado desde el punto de vista estructural, de seguridad, de accesibilidad y de servicios. Es conveniente recurrir a empresas confiables, para lo cual puede preguntar por experiencias de otros propietarios.