Construyen edificio de lujo que marcará un hito en el sector: Inmobiliaria Bravo consolida su marca y trayectoria

/ 23 de Marzo de 2015

Los  hermanos y socios Pablo y Claudio Bravo están full comprometidos en la edificación de su sexto proyecto en Concepción. Lleva el nombre de su padre, Claudio Bravo, y  está emplazado en la Quinta Junge. Es el más exclusivo que se ha hecho en la capital regional, y albergará el penthouse con mayores proporciones que se haya construido. “Tendrá la dedicación de siempre”, dicen ellos, pero considerará un especial acento en los detalles. Se hizo pensando en una comunidad única y que merece cada elemento que se trazó en el diseño.

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“No queremos ser los más grandes, pero sí los mejores”. Con esa frase, Claudio Bravo resume el espíritu de la empresa que su padre, Claudio Bravo Barrios, comenzó hace tres décadas. Él y su hermano, Pablo, se han encargado de preservar la tarea que quedó pendiente tras su repentina partida hace ya cuatro años.

Pablo y Claudio Bravo, empresarios de tan sólo 31 y 33 años, lideran el proyecto inmobiliario residencial más exclusivo que se está construyendo en Concepción y la Region del Biobío. Se trata de un edificio de departamentos de lujo, con valores que comienzan en 20 mil UF.

“Es un proyecto muy especial, porque son sólo 13 departamentos en ocho pisos. No es que construyamos una torre y le hagamos ventanas. No se trata de un cajón. Aquí estamos hablando de la calidad de vida que se le entrega a la gente. Es su hogar, por lo tanto, es  parte de su vida y uno trata de construir algo que el propietario merezca”, enfatiza Pablo Bravo.

Agrega que la finalidad de este proyecto fue siempre construir una casa en altura con todas sus comodidades. “Difícilmente te encontrarás con un vecino, pues son dos departamentos por piso, uno en cada extremo, norte y sur, y tienen su propio ascensor que lleva directamente al corazón del departamento. Es realmente un lujo”.

Los Bravo, inspirados en su padre, creen fervientemente que él dejó un tremendo legado en la ciudad con sus construcciones, por ello su tarea es  seguir su camino.

 

Un hito

El edificio Claudio Bravo está situado en el exclusivo sector de Quinta Junge, en  Pedro de Valdivia en Concepción. Es un edificio de ocho pisos que se  divide en 13 departamentos. Diez de ellos alcanzan los 350 metros cuadrados y dos los 500. En el último piso se extiende el imponente penthouse, en una amplitud de 720 metros cuadrados. Éste, comentan los empresarios, se convierte en un verdadero hito en la ciudad, ya que es el departamento de mayor envergadura que se haya construido en Concepción.

El proyecto comenzó con el pie derecho. Lo vendieron prácticamente en blanco y hoy, ad portas de su término, está el 80 por ciento vendido. “El éxito no es tan sólo nuestro, sino que también de todo nuestro equipo de trabajo, que es el mismo que nos acompaña desde hace más de 30 años y que, además, es el mismo que trabajó con nuestro padre toda su vida. Sin ellos nada de esto sería posible, por lo tanto, el éxito también es de ellos. Somos un gran equipo. Mi padre siempre nos decía que el éxito en la vida y en el trabajo está en saber formar equipos y saber mantenerlos en el tiempo”, sentencia Claudio.

 

Exclusividad y confianza

Con el edificio Claudio Bravo en la Quinta Junge, Inmobiliaria  Bravo confirma y se consolida como la empresa que desarrolla los proyectos residenciales más exclusivos de la Región. “Nuestro objetivo siempre ha sido la calidad de nuestros proyectos más que la cantidad. Nunca hemos querido ser los más grandes sino los mejores. Nos enfocamos en que nuestros proyectos hablen por sí solos”, explican los hermanos Bravo.

Una de las características que reconocen es que mantienen un gran nivel constructivo, que se ve reflejado por sí solo en los detalles de terminación.

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“Creamos hogares y calidad de vida y por eso nos tomamos nuestro tiempo. Nos demoramos en construir. No utilizamos grúa, sino que edificamos todo a pulso, porque todo pasa por nuestros ojos y todo es revisado antes de ser ejecutado. Ésa es la forma que aprendimos de nuestro padre, y ésa es nuestra forma de trabajar, y así ha dado resultado. Yo estoy en obra todos los días y chequeo cada detalle, desde los enchufes o la ubicación de la luminaria, hasta los tamaños y distribución de cada departamento, todo pasa por mí. No es que el arquitecto diseñe algo en un plano y así se termina. Estoy siempre supervisando la obra para mejorar el diseño y calidad. Por ejemplo, todos los cielos, muros y cornisas están hechas de yeso y ése es un trabajo que se hace sólo a mano. Esto es arte”, profundiza Pablo, dando una visión de cuánta preocupación imprime en el trabajo.

Entre sus innovaciones destaca un sistema de aislación térmica exclusivo que ya han utilizado en edificios anteriores. Además, toda la iluminación es LED. Los materiales de  terminación son de procedencia extranjera, entre los que se puede mencionar piso de madera, alfombra, cocinas, muebles, closets, quincallería, grifería y artefactos sanitarios. Asimismo, la calefacción, cañerías y tecnología son de procedencia europea y representan lo último en tendencias para el hogar. Y así, muchas cosas más son las que marcan la diferencia en este edificio como, por ejemplo, que cada departamento tiene su propio quincho, también tiene la posibilidad de una tercera sala de estar o un quinto dormitorio. Así también, será el primer proyecto en el que incorporarán el sistema termo persianas para baños y cocinas. Estas últimas, además, estarán completamente equipadas con artefactos de la marca alemana Miele.

Claudio explica, por su parte, que es una gran satisfacción y orgullo poder desarrollar este tipo de proyectos en Concepción y confirmar así que no sólo en Santiago existe un mercado en donde puedan realizar edificios exclusivos. “Nosotros no construimos edificios sólo por construirlos, sino porque también queremos hacer un aporte a la ciudad. Iniciamos un proyecto cada dos años. Hay constructoras que paran un edificio en cinco meses, nosotros no. Vamos a un segmento muy exclusivo, entonces tiene que ser así. Nuestro trabajo es de joyería, con otro estándar de construcción”, recalcó.

 

Doce años en Quinta Junge

Hace doce años que los Bravo construyen en la Quinta Junge. “Yo me crié profesionalmente allí. En marzo del 2003, entrando a la universidad, mi papá comenzó a desarrollar la urbanización y yo, mientras estudiaba, paralelamente comenzaba a fortalecer mi aprendizaje, y a aportar en todo este proyecto, en topografía, levantamiento, cortes y movimientos de tierra. Y así fui estudiando y trabajando a la vez”, indica Pablo.

El joven constructor comenta que después trabajó en el primer edificio de su padre, el edificio Mirador Plaza. Después vino el edificio Miró, donde, luego de su abrupto deceso, le tocó hacerse cargo de finalizar la obra gruesa y luego de la parte más delicada, que son las terminaciones. “No fue fácil -tenía recién 27 años-, y tuve que cumplir con el objetivo, que era finalizar el edificio, primero en honor a mi padre, luego estaban los compradores y finalmente pensé en el desafío personal. También estaba la presión de que la gente confiara en mí, y demostrar que iba a quedar tan bien como lo hubiese hecho él. Hoy en día ya es un hecho”, cuenta.

Dice que fue un desafío muy importante y por eso, ya consolidados en experiencia y marca, junto a su hermano quisieron hacer un proyecto único y potente en el tema de arquitectura, terminaciones y amplitud.

“Lo fuimos desarrollando de a poco, lo proyectamos, lo fuimos mejorando en el plano hasta que logramos sacarlo adelante. No fue fácil hacer un proyecto así. Pero nos ayudó nuestra convicción de que el proyecto iba a ser exitoso”, argumenta.

Y decidieron lanzarlo con la fe y la decisión de hacer las cosas bien. Y se dio todo. Es una mole de construcción completamente de hormigón armado y sin tabiques livianos. “Los propietarios y clientes que han visitado la obra, han sentido lo mismo que estoy diciendo. A la gente le da seguridad estar ahí”, asegura el menor de los Bravo.

Otro de los asuntos que construye con dedicación es la relación con los  propietarios. Dice que se les invita a la obra desde que se instala el primer fierro, porque es muy importante que ellos vean el proceso completo y se sientan partícipes de esto.

“Yo no escondo nada y soy abierto con todos mis clientes, porque de alguna manera he sido bendecido de poder elegir a quienes van a vivir aquí. El perfil es de una comunidad tranquila y que merece ser un proyecto muy especial por razones personales. Y quiero recalcar un punto muy importante en todo este proceso. Para nosotros es un verdadero orgullo contar con clientes que son tremendas personas que he ido conociendo en el proceso de construcción. Son profesionales exitosos en lo que hacen, y eso es directamente proporcional al arduo trabajo, y que nosotros mismos hemos sido testigos de ello. Y, más aún, todos ellos han confiado ciegamente en nosotros, comprando sus hogares en blanco y, simplemente, dejando todo en manos nuestras, y para eso sólo existe una palabra, y eso se traduce en confianza. Para nosotros como empresa es una satisfacción única, porque se ven los frutos del gran trabajo que se ha hecho, del profesionalismo y eso va todo de la mano de tener un gran equipo, porque este proyecto es de todos nosotros como equipo”.

Los Bravo aseguran que hay que ser muy fuerte de mente, “creer en lo de uno y ser muy agradecidos de Dios por todo lo que nos da día a día. Y también por darnos la fuerza de sacar una empresa como la nuestra adelante”. Pero que, sin duda, lo que hace tan exitosa a su inmobiliaria es el  capital humano. “Una empresa puede tener muchos atributos y cualidades. pero si no se tiene un equipo comprometido, ésta no vale mucho. En ese sentido somos bendecidos, ya que las personas que tenemos al lado son extraordinarias, de gran calidad humana, mucha experiencia y técnicamente súper calificadas. Son personas que han estado junto a nosotros hace muchos años. Realmente somos como una familia en el trabajo”, concluyó Claudio, agregando que el otro soporte es la confianza y credibilidad que le entregamos a nuestros clientes, ya que la decisión de comprar una vivienda de estas características y valores es algo demasiado importante y hay que estar a la altura de esa ilusión.

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

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