El emblemático establecimiento penquista emprendió un ambicioso proyecto que lo llevará a instalarse en un moderno edificio, ubicado en un nuevo polo de desarrollo urbano de la Región.
Con el foco siempre puesto en entregar el mejor servicio a sus estudiantes y a la comunidad escolar, transmitiendo valores a su alumnado, yendo mucho más allá del mero proceso académico y la instrucción, el Colegio Inmaculada Concepción está ad portas de concretar un anhelado sueño: el traslado de la institución desde el tradicional y céntrico edificio de calle Aníbal Pinto a una amplia, nueva y moderna instalación, que estará ubicada en el sector Valle Escondido de Paicaví.
“En nuestras actuales instalaciones el colegio está muy constreñido y, además, estamos rodeados de las calles céntricas con mayor circulación de la ciudad, lo que nos genera complicaciones a la llegada y salida de nuestras alumnas”, explica Eduardo Vega, Rector del establecimiento.
El espacio que hoy alberga al Colegio Inmaculada Concepción cuenta con 5 mil metros cuadrados, área que se cuadriplicará en el nuevo terreno, que considera 20 mil metros cuadrados. “Tendremos espacio para áreas verdes y multicanchas para practicar diversos deportes”, destaca Vega, quien, añade que el sector escogido tiene todo un potencial de desarrollo inmobiliario y de conectividad vial, que redundará en una mayor plusvalía a la inversión que está haciendo la institución.
“Esto va a ser una ventaja sustantiva para las familias, ya que a futuro podrán tener a sus hijos e hijas en un mejor ambiente, con más espacio y mejor infraestructura”, enfatiza la máxima autoridad del plantel escolar.
El proyecto contempla la construcción de tres pabellones de dos pisos para las aulas, una biblioteca, un casino, un sector de pre-básica independiente, un pabellón para las oficinas de administración, una capilla ubicada al centro del conjunto de edificios, un gimnasio y un auditorio. “Todo eso bordeando un patio central que será una especie de plaza pública, en la que el colegio se va a congregar”, afirma el directivo.
En este nuevo gran espacio se espera generar un paulatino incremento en la matrícula, pues como explica Eduardo Vega: “Nuestro foco es entregar un mejor servicio a nuestra comunidad educativa. Actualmente, tenemos una matrícula que bordea las 700 alumnas, y en el nuevo edificio estamos pensando en un máximo de mil estudiantes, pues a partir del 2016 incorporaremos por primera vez a varones a nuestro colegio, lo cual se hará gradualmente, partiendo de los niveles de Pre kínder y Kínder. Queremos conservar este estilo de colegio pequeño, cercano y acogedor, teniendo en mente nuestra tradición de colegio católico y congregacional, que está cumpliendo 116 años de presencia en el Gran Concepción. Esto implica una docencia con entrega personalizada, para ofrecer un trabajo eficiente a nuestros estudiantes y con resultados efectivos, en el que el norte sea la persona y su trascendencia”.
Se espera que el cambio de la comunidad Inmaculada Concepción a la nueva instalación se concrete hacia fines del 2017.