Especial Logística

/ 21 de Mayo de 2009

Vanguardia en logística: Nuevas tendencias en tecnología permiten alcanzar estándares internacionales

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El mundo digital y los nuevos avances informáticos  son los caminos que llevan a las empresas a optimizar los servicios de transporte, almacenamiento y manipulación dentro de la cadena del proceso productivo.
La implementación de nuevas tecnologías en empresas del área logística, ferrocarriles o transportes marítimos permite entregar servicios con mayor valor agregado, así como acrecentar el nivel de competitividad y calidad en un mercado cada vez más creciente y demandante. Las tecnologías están orientadas a satisfacer con excelencia y eficacia las exigencias de los clientes en toda clase de organizaciones, apoyando los procesos de planeación e implementación desde el origen hasta el punto de consumo de una cadena de suministro.
Osvaldo Marinao Cáceres, jefe del Departamento Comercio de Servicios de ProChile, comenta que la tecnología genera soluciones para algunas de las etapas de la cadena logística y la tendencia es que  las empresas se modernicen en este aspecto. “Hoy el camino es un mayor desarrollo tecnológico, una tendencia que va desde empresas que trabajan en los puertos, hasta la administración pública y todas necesitan de la tecnología para mejorar sus procesos productivos”, señala Marinao.
Además, indica que la Región del Bío Bío tiene ventajas comparativas con respecto a otras zonas del país en esta materia, por la presencia de varias universidades y una buena infraestructura, lo que los motiva a fijar como meta, para 2012, significativos avances tecnológicos.
Esta visión es compartida por Roger Costa, Director de la delegación Chile del Consorcio de Promoción Comercial de Cataluña (COPCA), quien cree que nuestro país cuenta con alta tecnología, pero que a las empresas les falta “globalizarse” para que el mundo vea lo que están haciendo. “En cuanto a tecnologías e infraestructuras, el país se visualiza en pleno desarrollo y con muchas oportunidades. Pero en Europa se desconoce lo que se hace en Chile”, afirma el empresario español. Costa agrega que hay muchas firmas catalanas que buscan socios en Chile para desarrollar software y también programas informáticos para el sector logístico.
Y es que una adecuada ejecución de la tecnología  permite la maximización de ingresos, reducción de costos, administración de inversiones y mejor manejo de relaciones con clientes y proveedores. Asimismo permite suplantar procesos basados en papeles y acceso a información en tiempo real y con tecnología móvil. De esto bien saben en el sistema de aduanas en el que han incluido un sistema de “Guías electrónicas de exportación” de modo que el exportador va generando una transmisión electrónica de donde sale la carga en asociatividad con el servicio de aduanas, así las empresas saben el movimiento que están sufriendo las encomiendas desde su origen.
“Esto nos ha permitido reducir en más de un 70% el papeleo y los tramites de entrada y salida, ya que si antes los camiones debían esperar 40 minutos para ingresar al país, hoy se demoran cuatro segundos, porque todo es digital”, asume Claudio Cid Berman, Coordinador Aduana para puertos.
En tanto para Alejandra Astorquiza, Directora de las carreras de la Escuela de Administración y Finanzas  de Duoc UC, para el transporte de carga la política actual es llegar cada vez más cerca de los centros productivos, y para ello se considera tecnología de punta como un GPS. Sin embargo, “la inversión de estos equipos no es menor, por lo que la idea es segmentar las funciones en la cadena logística, mejorando con esto el resultado del producto final”, aclara y agrega que en tecnologías de almacenamiento lo que se estila es el uso de etiquetas inteligentes  (RFID). “Esto es la identificación de productos mediante radio frecuencia, una realidad que permite lecturas más rápidas y fiables, aumentado el nivel de seguridad. En definitiva, se permite lograr una cadena de distribución en tiempo real”. Así, la entrega de los diferentes servicios a los prestadores genera nuevos negocios, mientras el área principal se encarga de producir o generar activos, el operador logístico desarrolla y busca nuevas tecnologías potenciando el servicio.
“Las empresas de mayor volumen operativo de exportación en nuestra zona (Arauco-Masisa-Cmpc), tienen dentro de sus instalaciones productivas las BPT, que son Bodegas de Productos Terminados. Ahí la administración responsable está a cargo de un tercero, por servicio, cumpliendo con el principio de las empresas productivas, es decir,  potenciar la producción,  y otra empresa está a cargo de la administración y logística de acuerdo con los estándares de calidad de la principal. Se establecen y limitan las responsabilidades de cada una y las  diferencias  por efectos de inventarios  las asume el operador logístico”, finaliza la profesional.

Trazabilidad: Herramientas para un  mercado competitivo

logistica-1Mayor coordinación permitiría a la Región de Bío Bío mejorar sus estándares. Por ahora existe la voluntad y se trabaja en superar las barreras burocráticas y de acuerdos. Todos entienden que sin trazabilidad el comercio exterior se estanca.
La trazabilidad es la capacidad de establecer en forma precisa e inequívoca el seguimiento de un producto desde cualquier parte de la cadena de suministros hasta su origen. Un  servicio tecnológico de rastreo que tiene como objetivo mejorar la calidad y proteger los productos ante problemas de seguridad alimentaria. Además,  en el mercado actual los consumidores son cada vez más estrictos y  requieren saber de dónde vienen y de qué están hechos los productos que consumen. Por ello la trazabilidad cobra importancia en el mundo actual.

¿Está preparada la región para estas exigencias?

En opinión del Director del Centro Marítimo Portuario de la UCSC y miembro del comité ejecutivo de la mesa Público Privada para el Comercio Exterior de la Región del Bío Bío, Jorge Beyer, no. “Creo que estamos a medio camino. Tenemos la voluntad de mejorar y eso es importante”. Agrega que existe el reconocimiento de los entes involucrados en que falta mayor coordinación para alcanzar los estándares internacionales y reconoce que es difícil superar vallas como la cultura de la fiscalización. Argumenta que este es un tema muy delicado y que por eso es complicado encontrar un consenso, pero que se trabaja en ello. Comentó además que en términos de eficiencia, el mundo privado, que se mueve casi siempre con el afán de lucro, es más eficiente y trabaja con mayor rapidez que el ámbito público, para superar las barreras. El ámbito público en cambio, responde a diversos objetivos, por lo que es más difícil su organización.
No es extraño encontrar en el ámbito privado algunas empresas que ya trabajan con el concepto de trazabilidad, en especial aquellas que tranzan sus productos en el exterior, donde se someten al endurecimiento de los reglamentos internacionales. Y es que sin trazabilidad se hace casi imposible exportar, pues las leyes extranjeras exigen la utilización de alta tecnología para asegurar la calidad  de los productos.  Infrarrojo, ultrasonido, radiofrecuencia y GPS son algunas de las tecnologías que se aplican a los procesos productivos de las empresas que permiten hacer el seguimiento completo del producto que se quiere rastrear. Un ejemplo es Solutech Ltda. Según su Gerente, Alexis Lagos Dinamarca, el servicio que ofrecen permite encontrar y seguir el rastro, a través de todas las etapas de producción, transformación y distribución de los productos. La empresa utiliza la radiofrecuencia RFID que permite la identificación, captura y seguimiento automático de datos. Esta tecnología está constituida por cuatro componentes principales: Tags, lectores, antenas y un host  (computadora central), lo que garantiza su efectividad. Para ellos las principales ventajas de incluir esta tecnología a las empresas es que crean un mayor nivel de servicios a los clientes, proveen información específica y unívoca sobre el producto y facilitan la entrega de una respuesta rápida en caso de reclamos de los consumidores. Beneficios para un comercio moderno y seguro.
Para Luis Sovino, ingeniero comercial, especialista en logística, la trazabilidad no debe ser vista como un producto, ni una solución, ni un programa de trabajo. “Es una herramienta más de verificación de eventos hacia atrás (tracing), a través de la observación de registros disponibles del circuito completo, desde el análisis de inputs de producción, producción, transporte(s) y almacenamiento(s), otras transformaciones, hasta el consumo final o al revés, el mismo circuito hacia adelante, ( tracking)”. Visto así, explica el entendido, un buen sistema de trazabilidad apoya tanto la toma de muestras para control de calidad, como la identificación de puntos de “fallas” como pueden ser deterioros, pérdidas, contaminaciones, entre otros. Sin embargo, aclara, no es una herramienta que asegure nada, sino “quizás sólo complementaria a los sistemas de calidad, inocuidad y seguridad existentes y exigibles en los mercados.  Más allá de una herramienta, es el concepto de apoyo a la calidad de los sistemas de información relacionados a los sistemas productivos y logísticos”.
En el ámbito de los alimentos la implementación de trazabilidad implica asegurar la inocuidad de éstos, lo que aumenta la confianza de los consumidores. Así lo comenta Leslie Vidal, candidata a doctor en ciencias y tecnologías de los alimentos y profesora en la UdeC. Agrega que este concepto también beneficia a quien lo implementa, pues obliga a ordenar los procesos producidos al interior de la empresa, lo que conduce a mejorar la calidad de los productos, aumentar la productividad  y, con,  ello a disminuir los costos, es decir “rentabilizar el negocio”. También, aclara, “mejora la imagen y el valor de marca, lo que permite diferenciarse de la competencia, facilitando la entrega de una respuesta rápida en caso de reclamos de los consumidores, proporcionándoles información exacta, por ejemplo, de la etapa de la cadena productiva en la que sucedió el problema.

Outsourcing logístico: La clave para optimizar recursos

puertocoronel-27La eficiencia es uno de los beneficios que la subcontratación logística ofrece a las empresas, aunque varias de éstas le temen. Expertos aconsejan claridad sobre cuáles son sus procesos externalizables y cuáles son parte de la esencia del negocio.
Desde que entró en vigencia la Ley de Subcontratación, las empresas han podido delegar en otros partes del proceso productivo con el fin de optimizar sus resultados.
En teoría hoy existen dos caminos para la aplicación de la gestión logística: ya sea haciéndola la propia empresa o a través de un outsourcing, es decir,  permitiendo que los servicios logísticos estén a cargo de organismos especializados.
Sin embargo, ¿se puede hacer efectivamente outsourcing logístico? Según Mario Cid Valenzuela, Subgerente de Externalización de Servicios de Irade, la logística que abarca funciones tan diversas como el transporte, los controles de calidad, el almacenamiento o gestión de información se puede externalizar en la medida que no sean un elemento vital de funcionamiento para el negocio. “Este es un tema complicado, porque algunas entidades recién se están ambientando al tema del outsourcing, sobre todo en materia logística. Además hay muy poco personal capacitado en esta área que pueda ofrecer un servicio de calidad a las empresas de la Región”, explica.
Cuando los privados se deciden por el outsourcing logístico delegan toda o parte de esta actividad a una compañía especializada, que aporta su experiencia y habilidad para lograr resultados que mejoren la calidad y abaraten los costos.
Dentro de lo que se puede externalizar están el reparto de productos, transporte, almacenamiento, gestión de preparación de pedidos, creación de inventarios, entre otras.
Para Héctor Gallardo Lassen, socio de KOM International (Chile), empresa canadiense especialista en estrategia logística, las organizaciones tienen cuatro posibilidades a la hora de definir los servicios de logística. “Una opción es no externalizar, sino que todo lo haga la misma empresa. Segundo está el  outsourcing  utilizando personas, sistemas e instalaciones del proveedor externo. Luego está el insourcing, en que se externaliza parcialmente, donde el tercero utiliza instalaciones que pueden ser de la empresa. Finalmente está el desarrollo de proveedores que es cuando no hay ningún outsourcing conveniente y se busca un proveedor con la capacidad potencial y se les enseña cómo hacerlo”, define Gallardo.
Los especialistas coinciden en que para el éxito del outsourcing se deben tomar en cuenta los siguientes aspectos: análisis previo a la subcontratación, selección del operador logístico, estructura y contenido de los contratos, y  seguimiento y control de las operaciones que hace la empresa externa. Y es que según Héctor Gallardo, una buena gestión externa de logística genera una serie de beneficios.
“Primero focaliza la inversión y capital de la empresa en parte del “core business” del negocio y se conoce mejor los costos de las actividades logísticas”, señala el experto.
La subcontratación de operaciones o actividades logísticas se comienza a vislumbrar como una herramienta de gestión, que sirve para alcanzar objetivos concretos de la empresa, mejorar las utilidades y hacer más rápido y de mejor calidad el servicio logístico.

Estudio de la educación en logística:  ¿Existen los profesionales idóneos?

puertocoronel-24El desafío de la región de convertirse en plataforma de servicios del área logística comienza a tomar forma poco a poco, con la firma de convenios y algunos acuerdos logrados a través de instancias de participación público privada. Sin embargo, el crecimiento de este tipo de industria y de los servicios asociados conlleva la necesidad de especialistas, sean éstos de nivel técnico o profesional.
Un estudio realizado por la Fundación Chile revela que el 60% de los trabajadores que se desempeñan en el sector logístico no tiene capacitación. De ese porcentaje, sólo un 65,7% egresó de cuarto medio.
Esta realidad y la importancia que los servicios del área logística tienen para la economía del país hacen que sea tan necesario que las instituciones de capacitación y de educación superior desarrollen programas de formación de competencias hacia ese sector.
Hoy, la mayor parte de los cursos que se imparten se orientan al sector transporte, especialmente al área de la distribución de productos, o bien, a la de administración.
De acuerdo con la investigación realizada por Fundación Chile, actualmente existen 165 cursos activos relacionados con el sector Logística; 133 de ellos corresponden al área Administración, representando un 81%; le sigue el área Computación e Informática, con 13 cursos y un 8%; luego el Comercio y Servicios Financieros, con 9 cursos y un 5%; el resto de las áreas no muestran un número significativo de cursos.
El mismo análisis revela que desde el punto de vista de las vacantes ofrecidas, de un total de 4.409 cupos, 3.374 también corresponden al área Administración, representando un 77%; 537 cupos son del área Computación e Informática, con un 12%; 237 cupos son del área Comercio y Servicios Financieros, con un 5%.
Analizando las especialidades de este sector, se observa que 89 cursos, que representan un  54%, con un total de  2.010 cupos, son del área de Contabilidad; le sigue la especialidad de Administración general con 21 cursos, 13% del total, que ofrecen 821 cupos, con un 19%; el resto de las especialidades representan cantidades y porcentajes bastante menores, tanto en cursos como en cupos.
Los resultados del estudio permiten señalar que  la Educación Media Técnica Profesional no contempla oferta de carreras en las áreas Logística y Transporte, en ninguno de sus sectores de especialización. Mientras que en la Educación Superior Técnico Profesional, la oferta mayoritaria se encuentra en el área Administración y Comercio, para los CFT e IP, con 7 y 24 cursos, que representan un 78 y un 89%, respectivamente. En cambio, en las universidades, el área de oferta mayoritaria es la Tecnológica, con 17 cursos, que representan un 77% del total.
Hoy, la mayor parte de la capacitación y formación del personal está siendo entregada principalmente en forma interna por las propias empresas, debido a que las instituciones de educación superior no han reaccionado con la celeridad requerida para cubrir la gran demanda por especialización que presentan los sectores logístico y transporte.
Sin embargo, en la zona también  se aprecian los esfuerzos que realizan algunas instituciones de educación superior para mejorar la oferta de profesionales que enfrenten esta nueva realidad que impondrá la consolidación de la Región del Bío Bío como plataforma logística.
Ramiro Trucco, Vicerrector de la Universidad Andrés Bello sede Gran Concepción, indica que en su plantel están realizando una apuesta por preparar profesionales para esta área especialmente en lo que se refiere a carga marítima, que es donde han detectado una gran falencia.
La UCSC ya dicta Ingeniería Civil Logística y otras universidades regionales e institutos de formación técnica han dispuesto de programas para mejorar la oferta de carreras destinadas al área logística, a partir de las necesidades que han detectado junto a las empresas ligadas al sector.
El Director Regional de CORFO, Claudio Elgueta, coincide en la opinión que si bien la oferta es escasa existe una preocupación creciente de las entidades de educación que busca crear más y mejor oferta en el rubro, que permita contribuir a hacer realidad la vocación regional de ser plataforma de servicios logísticos para  Bío Bío, Chile y el mundo.

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

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