Diputada Joanna Pérez, por fin del voto voluntario: “Esto no puede quedar como una obligación decorativa”

/ 29 de Junio de 2021

Una reforma constitucional que se encuentra en su segundo trámite legislativo busca reponer la obligatoriedad del sufragio en las elecciones populares. La diputada Joanna Pérez, una de sus promotoras, explica los detalles de esta iniciativa que podría estar vigente para las elecciones presidenciales y parlamentarias del 21 de noviembre. La parlamentaria recalca que también se deben aprobar leyes que aseguren que los electores cumplirán con esta nueva condición.

Joanna Pérez, diputada por el distrito 21.

Hace nueve años se instaló en Chile el voto voluntario. Pero una reforma constitucional, que por estos días está siendo revisada por el Senado, podría cambiar esta condición. Es una iniciativa que busca reponer el sufragio obligatorio en las elecciones populares, retomando así una tradición constitucional chilena.

La diputada por el distrito 21, Joanna Pérez, es una de las autoras de esta moción. Anteriormente había liderado un proyecto similar. Sin embargo, este no tuvo el apoyo para ser despachado al Senado. De eso hace casi dos años, por eso la parlamentaria insiste en que esta idea no surge desde una elección u otra, sino de observar que cuando se instauró el voto voluntario, se cometió el error de no dotarlo de un adecuado acompañamiento en educación cívica. “Se hizo lo contrario, se eliminó este tipo de formación”, enfatiza.

No obstante, la baja en la participación electoral que se experimentó a partir del 2012, que fue decayendo –a excepción del plebiscito constituyente- hasta llegar al 19 % que se alcanzó en la reciente elección de gobernadores regionales, hizo que regresase esta discusión con más fuerza y permitiese su avance en el Congreso.

Eso sí, la parlamentaria recalca que, junto con restablecer la obligatoriedad del voto en la constitución, se necesita una serie de condiciones habilitantes -como más información y educación- para estimular que más chilenos quieran ser partícipes de la toma de decisiones. De no ser así “quedaría como una obligación decorativa” enfatiza.

De aprobarse esta reforma constitucional, ¿en qué elecciones sería obligatorio ir a votar?

“En todas las votaciones populares, salvo las elecciones primarias, donde el sufragio seguirá siendo voluntario. Esto último porque entendemos que no se puede obligar a una persona a concurrir a votar por un candidato o candidata por el que no se siente representado. Eso, pues no todas las coaliciones se someten a primarias para elegir entre distintos precandidatos, como ocurrirá el 18 de julio próximo, donde solo dos pactos (Chile Vamos y Apruebo Dignidad) optaron por este mecanismo”.

-¿Sigue la inscripción automática?

“Sí. Lo que se modifica es la voluntariedad del voto, que pasaría a ser obligatorio, pero continuaríamos teniendo inscripción automática”.

-Al volver al voto obligatorio, se cambian las reglas para quienes fueron inscritos automáticamente, por lo mismo, ¿este proyecto considera algún mecanismo de desafiliación?

“No. Hay otros proyectos que estamos revisando que consideran la posibilidad de desinscribirse para una determinada elección. Es una propuesta de parlamentarios que vamos a tener que analizar y, probablemente, votar. Eso aún no está zanjado. Algunos parlamentarios opinan que, si vamos a restablecer el voto obligatorio, para qué vamos a estar dando espacios de desinscripción, mientras que otros dicen que sí, que está bien. Entonces abrimos un espacio de discusión para lograr una definición”.

-¿Habrá multas para quienes no concurran a votar?

“Esta reforma constitucional no las considera. Sin embargo, en la Comisión de Gobierno Interior -de la cual forma parte-, se está viendo esa posibilidad a través de la Ley Orgánica 18.700 de Votaciones y Escrutinios. Esta es una ley más simple de abordar donde, probablemente, también se podrían considerar incentivos. Ello porque siempre una multa se entiende como algo negativo y que castiga. Nos hemos dado por lo menos tres semanas para sacar estos proyectos habilitantes que son muy importantes, pues esta reforma restaura el voto será obligatorio, pero no dice cómo lo haríamos obligatorio, por eso es por lo que necesitamos estas otras leyes, pues sin ellas quedaría como una obligación decorativa. A mi juicio lo lógico es abordar eso, pero, asimismo, excluir a ciertas personas de una posible multa o de la misma obligatoriedad”.

-¿Eso no queda establecido en esta misma reforma constitucional?

“La reforma que está siendo vista ahora por la Cámara Alta solo deja fuera de esta obligatoriedad a los ciudadanos chilenos con residencia en el extranjero. Esa es la única excepción. Se había propuesto eximir de la obligación de votar a los mayores de 75 años, a personas en situación de discapacidad o de dependencia, a los extranjeros avecindados en Chile que estuviesesn habilitados para sufragar, pero eso fue rechazado en la Cámara de Diputados, y por eso se sacó del proyecto”.

-¿Se considerarán mecanismos para facilitar que las personas puedan ir a votar?

“Nuestro proyecto señala en su parte final que el Estado arbitrará las acciones necesarias para informar, facilitar e incentivar el ejercicio del derecho a sufragio. Eso es muy importante que quede establecido en la ley, porque como sucede en muchas otras ocasiones, nosotros legislamos sobre materias que implican que ciertos órganos que dependen o que son del Estado cumplan algunos roles. Y en este sistema presidencialista que tenemos, solamente el Ejecutivo tiene la prerrogativa de asignarles el cumplimiento de esas funciones. No nosotros. Entonces, aquí quedaría por ley estipulado que el Estado tendría aquella tarea”.

-¿Hay alguna idea de cuáles serían esos mecanismos?

“Podría ser transporte gratuito, mejorar el acceso a los locales de votación, voto anticipado o voto por correo electrónico. Asimismo, aumentar y mejorar la información para los electores, ya no solo a través del Servel, sino que, de otros organismos, como la misma División de Organizaciones Sociales, para trabajar mucho más con los dirigentes, por ejemplo”.

-¿Tienen alguna referencia de cuándo el Congreso podría despachar esta reforma?

“Creo que el voto obligatorio podría estar dentro de un mes aprobado, pero, sin duda, que la reforma que enviamos al Senado por sí sola no tiene mucha aplicación, entonces tenemos que habilitarla en otras leyes. Sin estas quedaría en letra muerta”.

-Con este plazo, ¿cuándo entraría en vigencia?

“La reforma constitucional señala que, una vez aprobada, el voto obligatorio entra en vigencia para la elección siguiente (en este caso, el 21 de noviembre). El tema más importante, sin embargo, es que antes de ello procuremos tener las leyes que permitan cumplir esta condición”.

 

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