La empresa planea comenzar la construcción de su terminal marítimo en la bahía de Concepción durante el segundo semestre de este año. La iniciativa, que ya ha aprobado las distintas exigencias legales y medioambientales, entraría en funcionamiento a fines de 2021.
Hace un par de semanas, la Comisión Regional de Uso del Borde Costero (Crubc) decidió, por amplia mayoría, aprobar la solicitud de concesión marítima para el emplazamiento y ejecución del terminal gasífero de GNL Talcahuano. Una determinación que en la empresa recibieron felices, pues vino a coronar el esfuerzo de estos años, y a asegurar a la comunidad que el proyecto es ya una realidad.
“Estamos muy contentos con la aprobación de esta Comisión, que es una instancia de desarrollo regional, comunal y local, conformada por personas del mundo público y privado. Este fuerte respaldo nos demuestra que no solo nosotros queríamos materializar esta iniciativa, sino que era un anhelo de toda la Región, que lo ve como un proyecto estratégico para Biobío”, afirma Francisco Ibieta, Gerente de Asuntos Públicos de GNL Talcahuano.
Agrega que ahora solo resta esperar que la Subsecretaría de Defensa emita el decreto que formalice esta concesión, y terminar la ingeniería de detalle del proyecto para presentarla al MOP. “Cuando eso se apruebe, lo que no debiera tardar más de dos meses, estaríamos listos para empezar la construcción”, detalla Ibieta, agregando que esperan comenzarla durante el segundo semestre de este año.
Adelantándose a lo que viene, en GNL Talcahuano desde hace varios meses se encuentran dedicados a negociar y cerrar acuerdos comerciales con potenciales clientes industriales. “Son muchas las bondades y beneficios de este combustible, que ofrece una alternativa energética limpia y segura. Pero para las empresas e industrias resulta doblemente atractivo pues, por tener un menor costo, les permite ahorrar e invertir esos recursos en nuevos proyectos, lo que implica aumento de la producción, generación de nuevos empleos y la dinamización de la economía regional”.
Francisco Ibieta enfatiza que la concreción de este proyecto también posibilitará a las empresas del Biobío ser más competitivas. “Nuestra llegada vendrá a cambiar la situación actual de la zona, donde se enfrenta una suerte de monopolio, porque hay un solo oferente, que usa su propia cañería, la que es otorgada a través de una concesión. Al entrar nosotros al mercado del gas, se va a generar una competencia que permitirá a las industrias obtener a menor costo la energía que necesitan, lo que redundará en un beneficio para la economía de toda la Región”.
Así, si todo se desarrolla según lo planeado, a fines de 2021 el terminal gasífero de GNL Talcahuano entraría en funcionamiento, trayendo de manera “definitiva, segura y estable” energía limpia a la Región del Biobío.