Habilidades Directivas ¡AHORA!

/ 25 de Agosto de 2011

Ya no es extraño que cuando consultamos a los futuros empleadores de nuestros alumnos sobre las principales cualidades que buscan en un profesional, la mayoría, sino todos, mencionan automáticamente la capacidad para trabajar en equipo, que sepa expresarse y escuche a sus clientes internos y externos, que sea responsable, proactivo, comprometido, un líder dispuesto a aprender, por nombrar algunos. Aspectos que hoy conocemos por Habilidades Blandas o Directivas. ¿Y qué pasó entonces con los conocimientos, con la excelencia académica? En definitiva ¿con el saber?
Coincidimos en su importancia, pero sin ese tipo de competencias, el conocimiento en sí mismo de poco o nada vale. Por último, refuerzan la idea de que lo aprendido en la educación superior es sólo una base para desempeñarse medianamente bien en un trabajo, pero que hay muchos aspectos que son propios o exclusivos de la dinámica de cada industria o tipo de empresa, por lo que el detalle lo deberán aprender estando insertos en ese mundo.
Las habilidades blandas o directivas son las que nos permiten poner al servicio de otros nuestros talentos, capacidades y destrezas. Son la base para la formación de profesionales emprendedores e innovadores y, por tanto, que aporten hacia la construcción de un país más desarrollado. Este tema no es nuevo y se ha venido validando desde el siglo pasado, con estudios e investigaciones, programas y talleres de formación. Ahora la necesidad es urgente e inexcusable, atendiendo las características de este mundo globalizado.
Como sociedad tenemos que avanzar con mayor fuerza y convicción, formando a nuestros niños y jóvenes en habilidades relacionales. Algunos plantean que poseer un adecuado nivel de estas habilidades y destrezas mejora sustancialmente la calidad de vida de las personas y, por ende, la productividad, y no al revés como se suele suponer. Este proceso formativo es complejo y de largo aliento, y por eso debiera comenzar tempranamente, desde los hogares, pasando además por todos los niveles educacionales.
Hoy observamos con cierta inquietud que los jóvenes no tienen en sus prioridades este tipo de temas. Al parecer siguen con el paradigma de que la clave del éxito es manejar una gran cantidad de información. Incluso muchos ven estas temáticas como “relleno” o como algo que no les agrega valor. Es aquí donde las instituciones de educación superior tenemos el deber de hacer nuestro aporte, diseñando planes de estudio y programas que incluyan aprendizajes y una formación orientada a estas competencias, que muestren con fuerza a nuestros alumnos que lo que se demanda y requiere hoy son personas integrales, con un adecuado manejo profesional, pero por sobre todo, con las capacidades necesarias para contribuir a su entorno y a la sociedad.
Ricardo Neira Celery
Director académico del
IP – CFT Santo Tomás
Concepción.

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

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