El prestigio alcanzado por este programa es parte de un esfuerzo conjunto de los académicos del Departamento de Ingeniería Industrial que por estos días estrena su nuevo edificio corporativo. Parte de un plan estratégico que busca proyectar a sus profesionales como protagonistas del crecimiento regional y nacional.
Uno de los factores más relevantes en la consolidación de la Región del Biobío como polo de desarrollo productivo está dado por el carácter académico de la zona.
El Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Bío-Bío es uno de los agentes claves en este panorama, debido al trabajo mancomunado que realizan los miembros del cuerpo académico del plantel con sus alumnos, lo que se ve reflejado en la reconocida calidad de sus profesionales.
Así lo manifiesta la Directora de dicho Departamento, Claudia Bañados Castro, ingeniero civil industrial y ex alumna de la UBB, quien comenta algunos aspectos que los distinguen.
“Nuestros egresados se caracterizan por tener capacidad analítica e iniciativa emprendedora. De hecho los ingenieros civiles industriales UBB encabezan sus propias empresas o se desempeñan en diversas entidades públicas y privadas. Además, constantemente recibimos peticiones de empresas interesadas en incorporar a nuestros profesionales. Ellos nos han expresado que nuestros egresados no sólo destacan por su preparación académica, sino también por su capacidad de adaptación”, dice la Directora del departamento.
Plan Estratégico
El Departamento coordina las carreras de Ingeniería Civil Industrial, Ingeniería Civil Industrial con mención en Gestión de Operaciones (sistema de continuidad de estudios que se dicta en régimen vespertino), e Ingeniería de Ejecución en Producción. Además del posgrado Magíster en Ingeniería Industrial y el postítulo del diplomado del mismo nombre.
“El sello está marcado fuertemente por las áreas de administración de la producción, simulación y el desarrollo de las competencias blandas que nos permiten entregar al mercado profesionales capacitados para desempeñarse en cargos directivos”. Ello, explica, es posible debido a la relevancia que en la formación de los estudiantes tienen temas como el liderazgo y las habilidades de comunicación.
El modelo formativo desarrollado en todos los programas funciona sobre la base de un plan estratégico que, como primera etapa, contempla la constante renovación de la malla curricular. “Un punto prioritario, pues estamos en proceso de obtener nuestra segunda acreditación como carrera”, comenta.
Luego viene la vinculación con el medio, con un programa de actividades que relaciona a los alumnos con diversas empresas y empresarios para que aporten con su visión al proceso formativo en aula.
Actualmente está en proceso de formación un centro de ex alumnos que permita al Departamento estrechar los lazos con los egresados, para establecer un medio de retroalimentación y fortalecer las redes institucionales.
“Nuestro desafío es mantener nuestra acreditación del programa de pregrado, trabajando también en el desarrollo de una nueva malla curricular centrada en el estudiante apoyada con metodologías activas. Además el departamento está orientando sus esfuerzos en crecer en investigación -un 80% de los académicos cuenta con grado de doctor o magíster- publicaciones y acreditar nuestro programa de magíster hasta posicionarlo a nivel nacional”, finaliza.