El programa Infants, cuyas matrículas se extenderán hasta la primera semana de abril, busca entregar a los niños un primer acercamiento al idioma Inglés, que les permita sentar las bases para un desarrollo progresivo de la lengua.
El dominio del Inglés como una segunda lengua es fundamental en un mundo globalizado, por ello muchos padres deciden familiarizar cuanto antes a sus pequeños con este idioma que, a futuro, les abrirá puertas. Atendiendo a ello, el Instituto Chileno Británico de Cultura de Concepción ofrece el programa Infants, destinado a niños de 4 a 6 años, dividiendo a los pequeños en tres cursos (Infants 4, 5 y 6), considerando así las diferencias de desarrollo cognitivo de cada edad. La propuesta educativa busca entregar a los estudiantes un primer acercamiento al Inglés, que les permita sentar las bases para un desarrollo progresivo de la lengua.
La metodología de trabajo desarrollada en las clases los acerca de forma lúdica y efectiva al Inglés. Así lo explica Hellen Arroyo Salazar, Coordinadora Académica del Instituto: “Trabajamos con niños que aún no están en la etapa de lecto-escritura, por lo que las clases tienen bastante mímica, gesticulaciones, imágenes y canciones, herramientas que les permiten asimilar bastante bien el lenguaje”.
Los tres grupos preescolares están conformados por un máximo de 10 niños, lo que permite a las profesoras trabajar personalizadamente con cada alumno, y que estos interactúen entre sí. “Es importante que los padres entiendan que esto es un proceso. En esta etapa nos preocupamos de que ellos entiendan instrucciones; si alguien pregunta, ellos intervienen, y así van avanzando”, destaca la Coordinadora.
El programa consta de 54 horas cronológicas, divididas en dos semestres, las que se realizarán los viernes por la tarde, comenzando el 10 de abril y finalizando el 27 de noviembre, con un periodo de vacaciones en julio. El proceso de matrículas para el programa Infants se extenderá hasta la primera semana de abril.
Con el apoyo de los padres
Durante la edad preescolar es más fácil que el niño aprenda, ya que se encuentra en un período en el que es receptivo a los estímulos e información que se le entrega. Hellen Arroyo destaca: “El niño en esta etapa no se complica, canta, baila, gesticula, pasan por un periodo silente en el que captan y oyen, pero no producen mucho y ése es el proceso natural para lograr el aprendizaje”. Agrega que no es necesario que los padres manejen el idioma, ya que el material que incluye el curso contiene discos usados en las clases, que el alumno lleva a casa con el fin de reforzar y practicar. Además, el Instituto trabaja con un sistema que permite a los padres ver las actividades que se están desarrollando y seguir el progreso del niño. “Pero es fundamental el apoyo de los padres, no sólo con los contenidos, sino también con la asistencia de los niños a clases, para cumplir con los objetivos propuestos”.