El ejecutivo mostró, con varios ejemplos, que Consorcio Eólico ha aprendido a establecer relaciones de confianza con las comunidades, a través de un trabajo responsable y transparente.
Consorcio Eólico es una empresa nacida en la Región del Biobío, que destaca por ser una de las pioneras en el desarrollo de proyectos de generación energética en el país, a partir del uso de energías renovables. “Nuestra particularidad es que el esfuerzo ha sido desde la Región, con oficinas en Concepción y un equipo de trabajo de la zona, que ha focalizado su esfuerzo en sacar partido a la fuerza del viento, recurso abundante en la costa y en varios sectores del valle central”, afirma Juan Pablo Young, director ejecutivo de la empresa.
El profesional, ingeniero civil mecánico de la Universidad de Concepción, cuenta que hacia el 2001, tras conocer las tecnologías de diferentes parques eólicos en Europa, tuvo la convicción de que era necesario desarrollar en Chile proyectos energéticos a partir de recursos renovables. Ese mismo año creó Consorcio Eólico.
14 años después, esa convicción ha permitido el desarrollo de iniciativas eólicas, solares y minicentrales hidroeléctricas. “Actualmente poseemos una cartera de proyectos eólicos de más de 1.300 MW en diferentes etapas de desarrollo”, señala, agregando que en cada uno de ellos ha sido clave desarrollar los proyectos junto a un trabajo participativo con las comunidades.
En este sentido, destaca una actividad reciente realizada con un grupo de dirigentes de la isla Santa María, en Coronel, quienes conocieron cómo funciona el parque eólico de la isla de Chiloé. Allí, los líderes sociales corroboraron in situ cómo funcionan los aerogeneradores, y conocieron sus principales efectos durante la construcción y operación. Hablaron con expertos, con operadores y con ejecutivos del parque, les hicieron consultas y resolvieron las dudas que genera una obra de esa envergadura.
“Fue un viaje que nos dejó muy contentos, porque contribuye a nuestro propósito: que los vecinos de la isla Santa María, donde evaluamos la construcción de un parque eólico, se informen anticipadamente de cómo funciona y qué implica su construcción, descartando los mitos que actualmente existen”, explica.
Young añade que, en este caso, se optó por ir a Chiloé, donde la empresa Transantartic mantiene operando el parque eólico San Pedro de Dalcahue desde abril del año 2014, por las similitudes con la isla Santa María. “Son lugares que tienen varios elementos en común, por lo que llevamos a los dirigentes a un lugar similar a su hogar”, puntualiza.
Sin embargo, dicho viaje no fue el primero organizado por la empresa. A mediados del año pasado, dirigentes vecinales cercanos al parque eólico Mesamávida, proyecto planificado en el sector poniente de Los Ángeles, conocieron Totoral, un parque en operaciones en la zona norte del país.
Según Young, este tipo de acciones, en conjunto con otras, son parte del sello distintivo de Consorcio Eólico: el trabajo participativo y anticipado con las comunidades en donde se sitúan los proyectos, incluso antes de llegar a la etapa de la tramitación ambiental. “Hemos aprendido que ésta es la mejor y única forma de hacerlo. Con el tiempo, lo hemos sistematizado a través de la conformación de un equipo multidisciplinario especialmente dedicado al tema”.
Agrega que “para nosotros no se trata de una obligación. Como empresa, es clave que durante el desarrollo y la gestión de los proyectos fomentemos el trabajo participativo con las comunidades a fin de generar relaciones de largo plazo, de confianza y, así, contribuir al entendimiento sobre el tipo de proyectos que estamos desarrollando y, además, tener la oportunidad de mejorar la calidad de vida de sus habitantes”.
A los casos mencionados, se suman otros: “Hemos apoyado a organizaciones indígenas para desarrollar cultivos de ají cacho de cabra, e impartimos cursos de gastronomía mapuche con los que obtuvieron el primer lugar en una muestra costumbrista. También, a instancias de los propios vecinos, estamos respaldando la creación de una mesa de trabajo público-privado para el desarrollo de la iniciativa turística Ruta de los Vientos, en Los Ángeles”, comenta.
Otros proyectos en los que la empresa trabaja son el Parque Eólico Tolpán, en Renaico, provincia de Malleco, que ya cuenta con resolución ambiental favorable y está ad portas de la construcción de la primera fase, y el Parque Eólico Mesamávida, ubicado en las cercanías de Los Ángeles, provincia de Biobío, que ya tiene la aprobación ambiental y actualmente se encuentra en la etapa de financiamiento, además de otras iniciativas en carpeta, principalmente en las provincias de Biobío y Malleco.
“Nuestro mayor desafío es ser referentes latinoamericanos en la gestión y desarrollo de proyectos de energías renovables, con fuerte enfoque social y respeto al medio ambiente”, asegura Juan Pablo Young, destacando que esos resultados son la consecuencia de articular un equipo profesional con experiencia y capacidad técnica necesaria para identificar un recurso natural y desarrollar los estudios requeridos para su materialización.