Molecula PN-101: La futura cura del Parkinson

/ 20 de Abril de 2007

Envenenamientos, disfunción sexual y Parkinson son las posibles aplicaciones de un compuesto químico presente en un arbusto chileno. Un grupo de científicos lo descubrió y están ad portas de patentar un producto farmacéutico inédito en Chile y el mundo.

Todos los medicamentos en nuestro país son de origen extranjero. Las grandes potencias de la industria farmacéutica mundial están en Norteamérica, Europa y Asia, donde el desarrollo de nuevos productos se traduce en robustas inversiones con altísimas rentabilidades. Chile está ajeno a este éxito comercial a pesar de haber algún grado de innovación científica en este campo. A los investigadores les cuenta convencer a los empresarios que vale la pena asumir el riesgo de la ciencia. Sin embargo, un inédito hallazgo realizado por un grupo de investigadores de Concepción, está por cambiar este escenario y generar un impulso al mercado farmacológico nacional y un interesante polo de atracción de capitales chilenos o extranjeros.
Después de innumerables pruebas de laboratorio, Luis Aguayo, PhD en Farmacología de la Universidad de Maryland, (EEUU) y docente titular del Departamento de Fisiología de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Concepción, en colaboración con el médico veterinario, Álvaro Luzio y Jorge Fuentealba, PhD en Farmacología, identificaron, aislaron y caracterizaron una molécula de un arbusto nativo, cuyas propiedades son similares a la Apomorfina, un alcaloide sintético (fármaco) utilizado en Medicina como anti parkinsoniano, como inductor de la erección en humanos y como emético o inductor de vómito para casos de intoxicación de tipo veterinario. “Es la primera vez que en Chile se obtiene una sustancia química y farmacológicamente caracterizada purificada a partir de una planta autóctona. Este avance allana el camino para la detección de otros compuestos de la flora chilena”, sostiene Aguayo.
El científico explica que ensayaron en animales domésticos el componente que detectaron (al que denominaron molécula PN-101) y comprobaron que es un tipo de Apomorfina, pero de origen vegetal tiene la ventaja de no presentar efectos secundarios, como ocurre con la sustancia artificial, cuyo uso provoca una fuerte hipotensión arterial.
La investigación arrojó positivos resultados para usar la molécula PN-101 en el tratamiento de mascotas con síntomas de intoxicación. Y ya que la fisiología de estos animales es similar a la del ser humano, el objetivo final es verificar que el compuesto de origen vegetal puede sustituir el uso de Apomorfina en casos de envenenamiento, disfunción sexual y Parkinson en pacientes humanos.
Sin embargo, Aguayo advierte que actualmente su investigación está limitada al ámbito veterinario, debido a la falta de fondos que financien los costos de la experimentación con personas. “Este es un avance modesto, porque se utilizó una ínfima proporción del financiamiento que los países desarrollados emplean en este tipo de pesquisas. Si queremos concretar las aplicaciones en seres humanos tenemos que ser capaces de interesar a la empresa farmacéutica internacional que puede financiar las siguientes etapas”, puntualiza. Por ahora, todos los esfuerzos están abocados a patentar y producir un fármaco a partir de la molécula PN-101 para la medicina veterinaria.

EL SECRETO DE LA APOMORFINA

El saber popular reconoce que la vegetación autóctona posee propiedades beneficiosas para la salud. “Los dolores reumáticos se pasan con una infusión de boldo; las infecciones se curan con canelo y para el resfrío una agüita de quillay”, solemos recomendar sin saber qué es lo que convierte a estas plantas en efectivos remedios.
La identificación de la molécula PN-101 nace de uno de los arbustos chileno, cuyo nombre los investigadores prefieren mantener en reserva hasta finalizar el proceso de protección intelectual (patente). Hoy, los científicos saben cómo ocurre el proceso celular que provoca los efectos de la Apomorfina cuando ésta es suministrada a organismos vivos complejos, como humanos y animales.
El investigador explica que las respuestas de emésis (vómito), erección y anti parkinsoniano se obtienen al inyectar Apomorfina por las vías subcutánea, sublingual y endovenosa, respectivamente. Cuando probaron la molécula PN-101 en animales, administrada por vía intramuscular (subcutáneo), descubrieron que la sustancia viaja hasta determinadas áreas del sistema nervioso central, que al estimularse, inducen vómito, erección y detiene los movimientos repetitivos del Parkinson, dependiendo de la ruta de administración.
“En áreazsimportantes del cerebro como el hipotálamo y los gangleos basales, existen varios receptores de neurotransmisores. Uno de ellos son los receptores de Dopamina, responsable del control y regulación de los movimientos y activados por el neurotransmisor dopamina. Pero estos receptores también pueden ser activados a través de la Apomorfina”, describe Aguayo. Agrega que como la Apomorfina provoca una disminución importante en la presión arterial, su utilización pone en riesgo el sistema cardiovascular del paciente, lo que puede ser incluso mortal. “En cambio, nuestra molécula actúa de manera muy similar a la Apomorfina, pero no produce la vaso dilatación, es decir, la presión se mantiene constante. Esa es la gran ventaja de nuestra molécula”, afirma el científico.

VERSION HUMANA

Al identificar el efecto de activación de los receptores de Dopamina por inducción de la sustancia Apomorfina en el animal, los científicos se dieron cuenta que los tres usos de la Apomorfina podían estar presentes en la molécula PN-101. Y están decididos a demostrarlo. “Primero queremos desarrollar un producto farmacéutico veterinario, porque sabemos que requiere de un esfuerzo menor, ya que hacerlo para uso médico en seres humanos conlleva más tiempo, costos y mayores exigencias de la experimentación con personas. Ello significa al menos 4 años de estudios y recursos adicionales”, comenta Aguayo.
El experto afirma que el financiamiento para desarrollar un fármaco veterinario representa una pequeña fracción de lo que se necesita para un uso médico, el que se empina a los 5 millones de dólares. De ahí la necesidad de interesar a alguna empresa que tenga la capacidad de invertir en el desarrollo científico del fármaco que podría ser una alternativa al Viagra, en el caso de los enfermos coronarios y a la L-Dopa y la propia Apomorfina, fármacos utilizados por los enfermos de Parkinson.

MARCA REGISTRADA

Los científicos están decididos a desarrollar el fármaco veterinario y proteger la investigación mediante la inscripción de una patente científica en Chile y en al menos dos países de Norteamérica y Europa. Así, ninguna otra empresa en el mundo podrá utilizar la molécula PN-101 para elaborar productos farmacéuticos, ya que la idea queda bajo su uso exclusivo. “Nuestra estrategia es avanzar en un producto veterinario que tenga una complejidad alta, pero no excesiva, para poder desarrollar el producto completamente”, afirma Luis Aguayo.La ciencia hecha en Chile tiene en la molécula PN-101 una gran oportunidad para participar de la torta comercial de la industria farmacéutica. El tiempo corre y los científicos continúan con su plan de modificar el compuesto con técnicas químicas para mejorar la estabilidad, potencia y tiempos de respuesta de la sustancia, cuyo descubrimiento va a revolucionar la industria química y farmacológica mundial.

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