A pesar de que se independizó hace un año, cuenta que aún la asocian a Funerales Ruth, y que en su empresa mantiene los valores que aprendió de sus clientes: el respeto por el que sufre, la empatía con los sentimientos ajenos y la importancia del trabajo duro.
Replicando la ética de trabajo adquirida durante 20 años de labor en Funerales Ruth -empresa familiar a cargo de su madre-, hace un año, Paola Gajardo decidió iniciar su propia empresa, Funeraria Ángeles del Cielo. Independizarse fue una decisión difícil, pero igual lo concretó, convencida de que le iría bien gracias a su gran capacidad de trabajo.
“Hace 20 años, cuando mi mamá nos dijo que se dedicaría a este rubro, pensamos que no era una buena decisión, porque era un trabajo complicado. Nunca pensamos que íbamos a crecer como empresa y que podríamos ayudar tanto a quienes pierden a un ser querido. Con el correr de los años, sólo quedamos trabajando yo, junto a Kathy, mi hermana, y el esposo de mi mamá, que fueron de gran ayuda para la consolidación de nuestra empresa. Sin embargo, Kathy hace unos años también decidió independizarse y formar su propio negocio funerario”.
Cuenta que en las dos décadas dedicada a este rubro ha conocido a gente maravillosa, tanto colaboradores como clientes, con quienes ha forjado grandes amistades y quienes le han ayudado a crecer como persona. “Trabajando en esto uno aprende a valorar a quienes están a nuestro lado por sobre las cosas materiales, porque cuando uno se va, no se lleva nada. También constaté lo importante que es el respeto para con la familia que está sufriendo una pérdida, y que esto no es sólo un negocio, porque aquí tratamos con los sentimientos de las personas. Debemos ser empáticos, condolernos con el dolor ajeno y aceptar las diferencias culturales, de credo o de creencias. Aquí también conocí el trabajo duro, el esfuerzo, porque en esta labor no hay días libres, ni vacaciones, ni siquiera podemos asegurar el descanso, porque trabajamos de día y de noche, acompañando a las familias desde el momento en que su ser querido fallece hasta el momento del funeral”, detalla.
Pero también aprendió a ser valiente, cualidad que la ayudó cuando decidió independizarse. “Al principio pensé dedicarme a otro rubro, pero a poco andar me di cuenta de que no era lo mío, por lo que decidí cerrar ese capítulo y dedicarme a lo que conozco y sé hacer bien: el ámbito funerario, trabajo que me encanta, que me permite realizarme en mi afán de servicio, y en el que cuento con el apoyo de mi madre y de toda mi familia”, dice.
Agrega que si bien este rubro históricamente ha estado en manos de hombres, el trabajo en Funerales Ruth le enseñó que es un ámbito en el que también pueden desempeñarse las mujeres, quienes tienen mucho que aportar por las características propias del género, como la empatía, el entregar consuelo y la infatigable capacidad de trabajo. “Aquí no se vende sólo una urna, entregamos un servicio completo. Estamos preocupados de cada detalle, para que la persona se sienta acompañada y apoyada en ese difícil momento”.
Lientur 612, Concepción.
Fonos: 41 3228724 y 99207669.