Nunca vislumbró que la marca alcanzaría el éxito que ostenta hoy. Desde 1994, Silvia Rodríguez es parte de la empresa de cosmética Natura, una de las más importantes del mundo.
Cuando las mujeres conocen un buen producto cosmético lo usan para toda la vida. Así lo afirma Silvia Rodríguez, gerente de Relaciones del equipo JADE, quien tras ser consumidora de Natura durante ocho años en Brasil, llegó a Chile con la esperanza de encontrar esta marca en el país. No sólo la halló, sino que nunca imaginó su futuro, cuando, hace ya 20 años, decidió comenzar a trabajar en la venta de estos productos. Recuerda que en esa época no existían las revistas promocionales ni Internet, y que eran sus hijos de 12 y 14 años quienes la ayudaban a fotocopiar y difundir las promociones que llegaban cada lunes vía fax.
El equipo Jade, con presencia hace 33 años en Concepción, fue uno de los primeros formados en Chile. Natura en esa época llegaba a través de una importadora, pero sólo el año 1993 la marca se instaló como empresa en el país. A Silvia la ata un fuerte lazo afectivo con las consultoras que, ya a su llegada al país en 1994, promocionaban estos productos, quienes rápidamente la acogieron como una más. Hoy, el equipo JADE cuenta con 1.200 consultoras y consultores en Concepción, y Silvia puede decir, con propiedad, que a través de sus ojos vio como Natura llegó a la posición que ostenta hoy. “Aún trabajo con consultoras de esa época, éramos un grupo pequeño. En esos años, en Brasil ya se veían personas con bolsas Natura en la calle, reflejando lo conocido de la marca. Y hoy, que veo lo mismo en Chile, me emociono, me siento parte del logro y también de la motivación de ellas, me reflejo y retroalimento de sus historias”.
Natura, marca reconocida
Agrega que Natura se formó como marca poco a poco, por eso reconoce y valora el rol que jugaron en ello las consultoras, quienes confiaron y dieron a conocer los productos. “Ellas saben lo que significa para mí que finalmente seamos una marca reconocida, ven mi alegría. A veces me siento cansada, es mucho el trabajo, hay metas que cumplir, pero cuando me reúno con ellas, me lleno de energía, para mí es la mejor terapia”.
Silvia recalca el gran cariño que tiene por la empresa de cosmética, emoción fundamentada, cuenta, ya que fue gracias a este trabajo que logró ayudar a mantener a su familia y, aunque estudió una carrera universitaria que no ejerció, asegura que ningún otro trabajo le habría dado el crecimiento personal y profesional que ha logrado en Natura.
Añade que, sin embargo, en sus inicios no vislumbró el éxito que tendría la marca en el país. “Era una marca nueva, que hablaba de productos de calidad, de Bien-Estar, que significa que en la medida en que tú te sientes bien, te relacionas bien contigo mismo y con los demás, porque cuando uno está feliz, eso se nota y se transmite. Hubo personas que creyeron, que difundieron nuestros productos y nuestros valores”.
Hoy, Natura, cuyos valores se basan en las pasiones de su fundador: el amor por la cosmética, por las relaciones interpersonales y por el medio ambiente, es una de las marcas favoritas de las mujeres en Latinoamérica y en Chile.