“Quémese después de leerse”

/ 17 de Enero de 2009

Qué gusto comentar este tipo de películas. Primero, es de los hermanos Ethan y Joel Coen, parte de mi olimpo de cineastas contemporáneos. Habían bajado un poco la guardia hasta antes de “Sin lugar para los débiles”, llegaron a un clímax con aquel film que encumbró a Javier Bardem al olimpo del estrellato mundial, y ahora, inspirados en sus “vacaciones”, nos ofrecen una comedia de lujo con un reparto estelar.
Entusiasma hablar sobre este tipo de películas porque escapan a lo simplemente “correcto”. Es, en rigor, una comedia, pero encierra muchísimo más, casi una forma de ver la vida que tienen los Coen, ya sea cuando muestran frialdad y crueldad asesina en “Sin lugar para los débiles” o con un acento marcadamente ácido para retratar las debilidades humanas ¿Qué fue realmente “Pulp Fiction”, un revival de la novela policial negra, como tanto se comentó en su momento o una gran comedia de humor oscuro con algo más? Coen y el mejor Tarantino tienen un privilegio de pocos: ofrecer un mundo cinematográficamente casi perfecto, que atrae a espectadores comunes, pero también a los amantes del comic, de Bukowski, de Keruac, a rockeros, alternativos, gente de mal vivir, o a locos varios. Son películas con una cierta malicia compartida en complicidad con sus espectadores.
La película ofrece una trama en principio demasiado simple, pero que al poco tiempo abre su telaraña hasta atrapar al espectador. La historia se sitúa en Washington DC. Por un lado, tenemos el mundo ultra secreto de la CIA, donde Osborne Cox (John Malkovich) es un agente en decadencia entregado a la escritura de sus memorias, tras ser despedido por tirarse al frasco. Su entorno no está nada mejor, ya que su fría y calculadora esposa Katie (Tilda Swinton) lo engaña desde hace mucho tiempo con Harry Pfarrer (George Clooney), un agente federal casado y maniaco sexual, con el que planea abandonarlo. Paralelamente, en un mundo completamente distinto, Linda Litzke (Frances McDormand, de “Fargo”), empleada de un gimnasio de físico culturismo, vive sus días completamente obsesionada con dos ideas: encontrar pareja y conseguir dinero para reconstruir completamente su cuerpo mediante la cirugía plástica.
Como en toda comedia de equivocaciones, un acontecimiento fortuito enredará estos dos mundos contrapuestos: por maniobras de la malvada Katie, el CD con las memorias de Cox llegará a parar accidentalmente en las manos de Linda y su inmaduro amigo Chad (Brad Pitt), quienes, pensando que en sus manos existe un poderoso secreto de inteligencia, intentarán extorsionar a Cox. Todo con la desaprobación de su ingenuo jefe Ted Treffon (Richard Jenkins), que está loco por Linda. Pero Linda, obsesionada por su cuerpo, llegará hasta las últimas consecuencias.
“Quémese después de leerse” ha sido interpretada como un verdadero break tras “Sin lugar para los débiles”, y con razón, aunque ello no le resta mérito en absoluto. Es el estado de ánimo general de su elenco (algunos como Pitt –aquí, un Johnny Bravo en carne y hueso- y McDormand sobreactúan demasiado), no tiene su densidad y va al grano como comedia. Es que muchas veces, los platos más suculentos para ver en cine son “los intermedios” (sólo recordar, por ejemplo, “Después de hora” de Martin Scorsese un aperitivo de antología entre “El toro salvaje” y “Cabo de miedo”). Si antes en “Sin lugar para los débiles” reinaba el silencio y los climas, las texturas, los estados de ánimo, ahora abundan el ritmo rápido y los diálogos divertidos, ácidos e inspirados.
En definitiva, lo mejor de esta nueva entrega de los Coen no es su capacidad de ofrecer una gran comedia de humor negro de tomo y lomo, sino, el poder transmitir una historia inteligente: su trama es un caleidoscopio que ofrece todos los tips y manías del mundo contemporáneo: individualismo, sensación de paranoia (parodia pura a la cultura espía, partiendo por el Súper Agente 86), neurosis, cinismo, idiotas inconscientes pero felices, sexo instantáneo, separaciones matrimoniales, amor vía internet…y sobre, aunque me traten de sexista (o de sexistas a los Coen, mejor dicho), las mujeres dominantes son las que se roban y asustan en esta película… así es, la CIA termina puesta en jaque, ni más ni menos que por dos obsesiones femeninas. No es la obra maestra de los Coen en comedia (me sigue gustando más “El Gran Lebowski”), pero como todo el mejor humor, “Quémese después de leerse” es una crónica de nuestro tiempo, y de nuestra realidad.

FICHA TÉCNICA:

Dirección y guión: Joel Coen y Ethan Coen.
País: USA., 2008.
Duración: 96 min.
Género: Comedia.
Elenco: George Clooney (Harry Pfarrer), Frances McDormand (Linda Litzke), John Malkovich (Osborne Cox), Tilda Swinton (Katie Cox), Richard Jenkins (Ted), Brad Pitt (Chad Feldheimer), Elizabeth Marvel (Sandy Pfarrer), J.K. Simmons (jefe CIA).
Música: Carter Burwell.
Fotografía: Emmanuel Lubezki

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

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