Pausado y dispuesto a dar lo mejor de sí para este nuevo proyecto que emprende, Roberto Reveco da pautas de cómo será su accionar en la ACHS, en todo momento centrado en el cliente, su principal preocupación laboral.
Roberto Reveco Gajardo (53) es penquista e ingeniero civil industrial. Trabaja 10 horas diarias, pero está lejos de ser un trabajólico. Ama lo que hace, le encanta el contacto con la gente y está abierto a nuevos desafíos siempre. Es cálido en su trato, pausado y con ganas de emprender proyectos con la reflexión que le otorgan los años de experiencia. Claramente demuestra su estilo en su forma de vida, donde el cambio ha sido una palabra frecuente. Pasó por varios colegios; al terminar sus estudios universitarios se decidió por emigrar y prueba de ello son sus hijos nacidos en Chuquicamata, Concepción y Punta Arenas. Dice que tiene el defecto de no tener un hobby. Sin embargo, lo que más disfruta es pasar tiempo con su familia. Le gusta caminar, observar, entretenerse con cosas sencillas, andar en bicicleta y viajar. “Para mí el cambio ha sido algo constante, una de las cosas que circunstancialmente hice en mi vida fue cambiarme muchas veces de ciudad y eso, en lugar de ser una amenaza para la formación de mis hijos, fue una oportunidad, porque tenían que adecuarse cada vez a un nuevo ambiente, climático, social y cultural, y ha sido bueno… el cambio es una cosa que a uno le enciende el motor para poder adaptarse y aprender a resolver mejor las cosas”, comenta convencido.
UN TRABAJO HECHO CON ALEGRÍA
A la ACHS llegó el 2004 como Subgerente del Hospital del Trabajador y partir de este año pasó a la Subgerencia de Asociados, un cargo que para él significa estar cerca del cliente, siempre, para escuchar sus requerimientos, fidelizarlos y captar a los que vendrán. Ha trabajado en servicio y esa experiencia, comenta, le ha dado una mirada distinta de lo que es el concepto de satisfacción total. “En la medida en que uno logre satisfacer los requerimientos del cliente se cumple la meta de la empresa. Un trabajo sano y seguro que permite que la persona esté satisfecha, y el servicio a uno lo ayuda a visualizar que cuando se satisfacen los requerimientos del cliente, es reconocido y valorizado en la empresa”, agrega Roberto Reveco, quien señala que es muy relevante dar una buena atención, desde el inicio al final, sólo así se podrá detectar si algo está mal percibido o existe un error.
Otro aspecto relevante es inculcar el apoyo, el trabajo en equipo y, por sobre todo, llevar el trabajo con alegría, “siempre trato de poner la nota de distensión en un grupo de trabajo, me río de mis situaciones, eso provoca que cuando hay que hacer un trabajo las personas lo hacen con alguien más relajado, percibiendo algún grado de calidez”, dice.
Desde su nuevo cargo apunta a profundizar en los detalles, a ir en la búsqueda de lograr cosas adicionales que marquen la diferencia. “Hay que encontrar la forma en cómo la ley lo contempla y cosas adicionales para lograr ese objetivo. Por ejemplo, en un restaurante, no sólo es importante la comida, sino que los detalles y el servicio en general, que se origina en el comienzo, el reclutamiento, la selección, cómo el trabajador llega a esta empresa. Nosotros tenemos que tener una mirada global, basándonos en los requerimientos de la ley, y otros factores”, comenta y agrega “uno siempre tiene que hacer su mejor esfuerzo en lo cotidiano, y eso es algo valorado. Esa es la clave, según mi opinión. En un equipo de trabajo hay que tener a todos alineados, para que esto resulte, en especial cuando en su equipo de trabajo todos son distintos, es allí donde afloran los liderazgos, y uno tiene que saber transmitir que uno está adelante para abrir caminos, sólo así la gente valorará tener un trabajo sano y seguro”, finaliza.