Robolito, un grafiti portátil en Concepción

/ 24 de Junio de 2016
col-Columna USS
David Caralt Robles Director de Arquitectura Universidad San Sebastián

Apareció un día cerca de la población Pedro del Río Zañartu, bajo el paso a nivel de avenida Los Carrera con el puente Llacolén, un curioso artefacto colorido: un robot de madera ideado por el artista del grafiti brasileño Adriano Bohra, alias Japem, que animó este espacio intersticial, generado por la infraestructura, con su sola apariencia lúdica. Los vecinos lo echaron de menos el día que se fue.

Su nombre es Robolito, y está de visita en nuestra ciudad desde principios de este 2016 con motivo del décimo aniversario del colectivo Concegraff, cuyos integrantes organizan anualmente en el área pencopolitana un Encuentro Internacional de Grafiti y Muralismo.

Robolito, esta “nave espacial” -así le llama Japem- o grafiti en cuatro dimensiones, está construido con una estructura de madera y pintado con aerosol en todas sus caras. Como un grafiti portátil, tiene la ventaja de ser móvil y poder desplazarse con cierta facilidad. Lo vimos en el campus de la Universidad del Bío-Bío. Lo hemos visto recientemente cerca de la laguna de los Patos del campus de la Universidad de Concepción. Y, de seguro, lo seguiremos encontrando en otros lugares de la ciudad.

La presencia inesperada de Robolito en el espacio público tiene un efecto positivo para cualquier ciudadano. Nos arranca momentáneamente de la rutina, despierta nuestra curiosidad y nos invita a acercarnos. Una pausa en el trajín cotidiano, como un momento luminoso que nos recuerda que el espacio público es el lugar donde todo puede ocurrir y donde todos por igual podemos participar y gozar de la vida en comunidad. No está de más decir que una instalación como ésta, rica en colores y con una apariencia tan peculiar surgida del imaginario de Japem, alegra y revitaliza nuestras calles.

Se lo debemos a Concegraff. Gracias a ellos han llegado a Concepción artistas de toda Latinoamérica y otras partes del globo para pintar los muros penquistas. Y gracias también al colectivo, este 2016 gozamos de nuevos magníficos murales pintados en el muro de avenida Los Carrera, donde cruza bajo la calle Padre Hurtado, o en varios muros de los edificios de la población Pedro del Río Zañartu y de la Remodelación Paicaví. Lo interesante de estas intervenciones es que fueron convenidas entre el colectivo y los vecinos, quienes voluntariamente cedieron sus fachadas.

Sea un mural o un grafiti portátil como Robolito, estas manifestaciones artísticas en el espacio público tienen el valor de re-significar el lugar. Sin duda, es más agradable pasar al lado de un muro pintado así que de un muro de hormigón abstracto. En el fondo, es una forma de humanizar y personalizar nuestras ciudades. Algo muy necesario como bien sabemos todos y en especial estos artistas.

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

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