Mayor seguridad, eficiencia y transparencia en la industria son los beneficios que traerá el nuevo sistema.
Concepción se prepara para vivir una transformación en su sistema público de transporte y el desafío no es menor. El objetivo es establecer un control de ingresos eficiente, con una nueva modalidad de pago electrónica, representada en una tarjeta con capacidad de almacenamiento y procesamiento, capaz de registrar valores e interactuar con los dispositivos que serán instalados en los taxibuses.
“Este proyecto lleva años de estudio, incluso hace siete años estuvo a punto de concretarse, pero por razones ajenas éste no vio la luz”, recuerda Carlos Essmann, asesor de la Asociación Provincial de Dueños de Taxibuses AG, quien agrega que al cambiar la modalidad de pago “estamos haciendo una reingeniería con los conductores y estableciendo un nuevo paradigma con los usuarios”.
En la Asociación apuestan por el nuevo sistema con optimismo, ya que aseguran traerá seguridad, al eliminar la carga del cobro a los conductores, será más amigable y además entregará rapidez en el desplazamiento. Otro beneficio será el sinceramiento de los ingresos de la industria. Hoy la evasión es un tema permanente; al incorporar tecnología esta situación estaría más controlada, opinan los expertos. “No hay ningún sistema en el mundo que asegure 100% de efectividad. Los sistemas muestran un 5% de evasión. Sin embargo, creemos en este proyecto porque va a sincerar la rentabilidad real de la industria”, asegura Luis Cardoso, ingeniero en transporte y asesor técnico de la Asociación.
Otro elemento positivo, aseguran, es que los empresarios y operadores no invertirán en instalaciones, equipos, ni en costos de tarjetas, “hay una alianza estratégica con los operadores, que son los dueños de las máquinas. Nosotros pondremos a disposición de nuestra empresa la tecnología para la recaudación, el sistema de control de flota a través de los GPS y un software suficientemente potente para que maneje toda la información en forma confiable”, aseguró Luis Cardoso.
Y el gremio ya posee un aliado estratégico, una empresa chilena con experiencia en esta tecnología, que participará invirtiendo en tecnología hardware y software. Se trata de PAN, con quien existe un acuerdo comercial y se sigue avanzando en los anexos al contrato.
Con el servicio actual la tarifa es considerada alta para ciertos tramos. “Creemos que una vez instalados los sistemas tecnológicos y probados, quizás podamos avanzar en esta área, ahí vamos a sincerar una tarifa justa tanto para el usuario, como para el empresario”, señaló Carlos Essmann, quien agregó que una vez que se autorice la puesta en marcha del nuevo sistema, que se estima será para el 2010, habrá un tiempo no menor a 12 meses para que las empresas se preparen.
También se contempla una campaña comunicacional para la educación previa, la que deberá ser muy consistente para que los usuarios se integren al nuevo sistema. En esta campaña también se buscará el nombre para la nueva tarjeta.