Tecnología, educación y formación

/ 22 de Julio de 2020
Víctor Hugo García Valenzuela Profesor Historia Universal Contemporánea Profesor Actualidad Internacional Universidad de Concepción Universidad del Desarrollo.

Así como se indica que el manejo de la información representa poder, perfeccionamiento de la toma de decisiones y de la capacidad para resolver problemas, lo mismo podemos señalar respecto del dominio o del control de la tecnología, especialmente, la relacionada con las posibilidades de transportar información y aquella que nos permite facilitar las capacidades asociadas con los procesos educativos.

La electricidad, el teléfono y el cableado submarino representaron una revolución en la transmisión de información, tal como ocurrió con la invención de la radio, la televisión, la comunicación satelital y las capacidades asociadas con la informática. El corolario de todo ello es la irrupción de la triple w, de los protocolos ftp y del smartphone.

Hoy, la tendencia apunta hacia el perfeccionamiento de la tecnología para transportar gran cantidad de datos y a gran velocidad (tecnología 5G), lo que permitirá revolucionar la llamada internet de las cosas, la electromovilidad, la robótica y, lo más importante en la coyuntura mundial, las capacidades para profundizar los métodos educativos online.

Todo este proceso, que significará avances en las distintas materias señaladas, también profundizará las diferencias ya existentes entre estados y al interior de estos si es que no son capaces de adaptarse a la tendencia en curso.

En materia educacional, las capacidades online llegaron para quedarse y necesariamente se impondrá una mixtura en los tipos de educación (presencial, no presencial) y en los medios que se utilizarán para concretarlas.

Las modalidades de educación a distancia ya parecen cosa del pasado y hoy, necesariamente, habrá que avanzar en un modelo que le entregue todavía más protagonismo a los y las estudiantes, donde el profesor y profesora adapten sus capacidades para ser grandes conductores/ordenadores del proceso educativo, más que los actores principales en la transmisión del conocimiento. Ello, sin desconocer el rol que puedan desempeñar en la formación valórica y la ciudadana, entre otras.

En nuestro caso, las mayores oportunidades que se presentan en materia educativa debieran alinearse fuertemente con los ajustes curriculares y metodológicos, así como ya está ocurriendo con los reglamentos y sistemas evaluativos. Igualmente, debiera repensarse la lógica de organización física de los establecimientos educacionales, las capacidades de conectividad en hardware y software y los medios tecnológicos necesarios para que los docentes, de ser necesario, puedan conectarse desde el colegio con sus pares y, particularmente, con sus estudiantes.

El tema de los entornos virtuales servirá para complementar los procesos formativos, darle mayor valor agregado al servicio de los colegios y al desempeño disciplinario de los respectivos encargados. Actualmente, los niños y jóvenes se desenvuelven es esos contextos y sus capacidades se adaptan rápidamente para aprender igual o más fuera del entorno físico del colegio, tomando como fuente de aprendizaje la inmensa variedad de posibilidades que ofrece la conectividad.

Las metodologías de estudio sustentadas en problemas y la resolución de problemas propiamente tal, se verán favorecidas con la nueva dirección que está adquiriendo la formación no presencial y se complementará muy bien con los momentos presenciales que se requiera. Los profesores/organizadores tienen el desafío de potenciar sus capacidades de dirección, de orientación, de ayudar en los temas de la eficiente búsqueda de información y capacitar en la elaboración de informes científicos, verbales o escritos que desarrollen las competencias investigativas y de entrega de resultados

En materia educacional, las capacidades online llegaron para quedarse y necesariamente se impondrá una mixtura en los tipos de educación (presencial, no presencial) y en los medios que se utilizarán para concretarlas”.

El potenciar las capacidades para buscar información y saber utilizarla ya son determinantes en el nuevo enfoque educativo, y se afianzarán más con el viraje obligado que impuso la pandemia. Las nuevas capacidades tecnológicas, más las nuevas herramientas que nos entregarán los avances informáticos llegaron para consolidar lo que tímidamente se conoció como educación a distancia y que hoy estamos llamando sistema educativo online.

De los liderazgos sociopolíticos, de los conductores educacionales, de la familia y de las capacidades individuales, dependerá que tomemos estas variables como oportunidades y que lleguen eficientemente a la mayor cantidad de compatriotas. En ello nos jugaremos la posibilidad de acortar las brechas existentes o, desafortunadamente, seguir manteniendo o aumentando las inequidades.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial de Revista NOS.

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