Una de las conclusiones del Tercer Simposio Nacional de Buceo: Hacia un nuevo marco regulatorio para la actividad

/ 17 de Diciembre de 2010

En el encuentro, además, se trataron temas sobre prevención y Medicina Hiperbárica.

prosub-19La creación de una mesa de trabajo que permita reunir información relativa al buceo y a sus regulaciones fue el corolario del Tercer Simposio Nacional de Buceo realizado en el país.
Diana Valderrama, Gerente de Prosub y organizadora de este encuentro, indica que estos simposios nacieron como una manera de apoyar a la actividad, difundir la normativa vigente y entregar información en torno a la medicina y a la prevención, temas que fueron centrales en esta tercera versión, realizada en el centro de eventos SurActivo, en Hualpén.
Uno de los puntos más importantes para este sector es la importancia de establecer una discusión sobre la legislación que los regula. “El problema que nosotros tenemos es que el reglamento iguala a todos los buzos. Reúne a los mariscadores, quienes viven de la extracción de los productos del mar y su venta, y a los profesionales y comerciales que prestan servicios a empresas que tienen infraestructura bajo el agua y que requieren de mantenimiento, como muelles, puertos, barcos, centrales hidroeléctricas y empresas sanitarias”, apunta la gerente.
Agrega que son dos rubros totalmente diferentes, por lo que es preciso que exista un nuevo marco regulatorio que diferencie ambas actividades y que establezca la creación de entidades educacionales especializadas, destinadas a darles una formación básica.
“El desafío más importante que ya nos hemos impuesto es hacer una mesa regional para conversar y evaluar dónde es posible mejorar la actividad y que no nos impongan -como ocurre hoy- cambios en los reglamentos”, precisa.

Medicina Hiperbárica

Uno de los temas centrales de este simposio fue la Medicina Hiperbárica, que fue abordada por los médicos chilenos Andrés Llarena, Antonio Felmer, Carlos Echeverría, Dency Valverde y Gustavo Mauvecin de Argentina.
Los profesionales señalaron que esta disciplina engloba a la medicina de buceo, la de submarinos y la de cámaras hiperbáricas que hoy se utilizan en la oxígenoterapia, una terapia de complemento para aquellas patologías donde los tratamientos estándar no dan los resultados esperados. Ésta mejora los procesos de cicatrización y ayuda a la reparación de fracturas o tejidos.
Andrés Llarena, quien asistió a los mineros, señala que la primera función de la Medicina de Buceo es la prevención, a través de la selección de quienes desean dedicarse a esta actividad. Expone que para ello deben fijarse protocolos de verificación de condiciones de salud y de capacidades, que varían según la actividad: desde las menos estrictas, que corresponden a las recreacionales, y las más rigurosas para las operaciones militares. Posteriormente está la supervisión médica de la actividad y, en tercer lugar, la medicina de imprevistos.
Llarena acota que en Chile hay sólo 4 ó 5 especialistas en Medicina Hiperbárica, porque no existen escuelas que los preparen. “Actualmente, para obtener esta especialidad hay que viajar a Europa o a Estados Unidos. La idea es conformar un grupo de especialistas lo suficientemente sólido, trabajando incluso con Argentina, de modo que tengamos, eventualmente, una facultad común y un área de posgrado para formar especialistas en Medicina Hiperbárica y esa también es la conclusión de este simposio”, concluye.

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