VICTIMOLOGÍA Y CRIMINOLOGÍA DEL FEMICIDIO

/ 22 de Agosto de 2007

39 mujeres asesinadas por sus respectivas parejas en lo que va del año 2007. Más de una por semana. Sólo en la región del Bio Bio se acusan en torno a las cuatro mil denuncias al año por violencia intrafamiliar.
En abril del 2007 una decena parlamentarios solicitaron incorporar la figura del Femicidio, a fin de mejorar la mediocre Ley sobre Violencia Intrafamiliar, conceptualizando a éste como “todo asesinato en que la víctima, cónyuge, conviviente o cualquier mujer con la que el agresor está o haya estado ligado por alguna relación afectiva”.
De ello hace un trimestre largo, y nada ha pasado. Se dice que entre los parlamentarios “no hay consenso”. A estas alturas su ineficacia se hace tácita cómplice de esta vileza, cobarde y cruel doctrina ¿Hasta cuándo?
Bien lo saben mis alumnos universitarios de Criminología, Victimología, Criminalística, Psicología Criminal, Psiquiatría Criminal, Sociología Criminal y Ciencias Penales en general, que me sitúo en las antípodas – en tanto punto más distante – respecto de quienes entienden que la problemática femicida se solucionaría con la sola Ley. Jamás. Puesto que se trata de un problema conductual y cultural, no de artículos más o menos en un Código Penal, o Código de Procedimiento Penal.
Es que el “crimen” es tanto más que un precepto. No bastan las páginas de un texto, no lo venceremos solamente con el Diario Oficial bajo el brazo. Equívoco total. Criterio errado en plenitud.
Las modernas propuestas victimo lógicas, criminológicas y penales en favor de la mujer encuentran hitos contemporáneos en Milán 1985, Pekín 1995, en medio de las conclusiones del VII Congreso de Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, y de la Conferencia Mundial de la Mujer, en que se observa pleno consenso ante el color rojo sangre de las cifras y la casuística en torno a la progresiva vulnerabilidad criminógena y victimológica de la mujer actual, explotada, sufriendo violencia interpersonal grave, particularmente acusada en el hogar.
A partir de aquella fecha en las Convenciones Anuales de la Comisión del Delito y  Justicia Penal celebradas permanentemente en Viena se ha ido dibujando el hilo conductor de este flagelo mundial.
Asimismo, se ha instado a la necesidad mundial de diseñar y ejecutar estrategias de denuncias y acción cobertora, ampliándolas al efecto imagen que provocan géneros de películas, programas de TV, shows, teleseries y otras.
Indudable valor el Manual ONU respecto de las estrategias para luchar contra la violencia doméstica, Manual de recursos PNUD1997, trabajado y construido luego por nuestras tareas como criminólogos y victimólogos en las correspondientes sociedades científicas nacionales e internacionales.
De cara a los Femicidios en tanto complejos fenómenos criminológicos y victimológicos de última generación, a los profesionales especialistas en la materia nos preocupan hoy la simbiosis las descalificaciones y las grandiosidades. Simbiosis, ocurre cuando esas dos personas se comportan como si fueran una sola persona completa, en una relación de total  dependencia que niega voluntad y autonomía individual.
Descalificación existe cuando las personas ignoran o minimizan ciertos aspectos de la realidad respecto del otro individual o generalizado. Grandiosidad, que implica exageración frente a la realidad.
Femicidio, horrorosa manifestación desviada y francamente antisocial de la cultura. Para detenerlo o anularlo o, en el peor de los casos, disminuirlo a un mínimun ético no basta la tinta del lápiz o del computador, Ley, Código, o Constitución. El Derecho necesita abrir las puertas a la interdisciplina, estudiando las ciencias criminológicas y victimológicas -entre otras- con absoluta humildad, esto es sin la soberbia que en el caso no permite mejor resolver, que es finalidad de la interpretación judicial y forense.
Prof. Dr. Marcelo L. Contreras Hauser. | Abogado, Master y Dr. en Derecho. D. y G. en Criminología y Seguridad Ciudadana.

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