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SUMARIO














               de responder a los compromisos finan-  ingresos,  por  ejemplo,  los  gastos  en   superiores a la vida del producto finan-
               cieros.  No  obstante,  debemos  distin-  el lanzamiento de un negocio o pagar   ciado.  ¿Quién  quiere  seguir  pagando
               guir  al  respecto  para  no  demonizar  ni   mis estudios, podrían ser consideradas   unas vacaciones tres años después de
               romantizar  al  endeudamiento,  que  es   como  una  “deuda  buena”.  Pero,  siem-  disfrutarlas?
               una herramienta más que nos permite   pre debemos consultar nuestro presu-  Las  peores  deudas  son  las  que  tie-
               acceder a bienes y/o servicios que ne-  puesto y no asumir ningún compromiso   nen  una  tasa  de  cobro  muy  elevada:
               cesitamos.                         si no podemos cumplir con él.     créditos  obtenidos  directamente  de

                 Ahora bien, tiene sentido endeudar-  Por otra parte, tenemos también las   cajeros  automáticos,  pagos  aplazados
               se para adquirir bienes o servicios que   “deudas malas”, que incluyen todas las   de las tarjetas de crédito y los créditos
               puedan aumentar su valor con el paso   que  se  asumen  para  adquirir  bienes   rápidos. Estas deudas son sumamente
               del tiempo, de forma que en el futuro   que no necesitamos o que no podemos   peligrosas, pues si no se controlan ade-
               valdrán más de su precio inicial, como   permitirnos.  también  es  una  prácti-  cuadamente puede provocar un efecto
               sucede con una vivienda. Asimismo, si   ca muy negativa utilizar préstamos de   bola de nieve y crecer con gran rapidez.
               mi deuda me permitirá generar nuevos   consumo  cuyos  plazos  de  pago  sean   Debemos ser excesivamente respon-
                                                                                    sables a la hora de endeudarnos. según
                                                                                    un reciente informe del Banco Central,
                                                                                    el stock de deuda de los hogares alcan-
                                                                                    za  a  un  74,9  %.  Esto  significa  que  en
                                                                                    Chile las familias tienen las tres cuartas
                                                                                    partes de sus ingresos comprometidos
                                                                                    precisamente  para  pagar  deudas.  si
                                                                                    bien esta cifra parece alta, la realidad
                                                                                    del  endeudamiento  de  las  familias  en
                                                                                    los  países  -que  llamamos  del  primer
                                                                                    mundo-  como  Estados  Unidos,  Cana-
                                                                                    dá,  suiza  y  Dinamarca  es  muchísimo
                                                                                    mayor, alcanzando en este último caso
                                                                                    al 281 %, la cual probablemente en un
                                                                                    porcentaje  importante  se  refiere  a  la
                                                                                    “deuda buena”.
                                                                                     Hoy  hay  importantes  riesgos,  pues
                                                                                    las  personas  al  perder  sus  ingresos
                                                                                    asumen  como  un  salvavidas  las  líneas
                                                                                    de  crédito,  avances,  súper  avances  u
                                                                                    otras formas de obtener liquidez, pero
                                                                                    estas  generan  un  endeudamiento  no
                                                                                    saludable  y  progresivo,  es  decir,  se
                                                                                    asume más deuda para pagar las deu-
                                                                                    das ya vencidas, la popular y peligrosa
                                                                                    “bicicleta” que, en este caso, más que
                                                                                    hacernos  avanzar,  termina  siendo  una
                                                                                    verdadera  pandemia  para  nuestras
                                                                                    economías personales.


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